Cuando el empleo de los padres no es suficiente para superar la pobreza familiar

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
22/01/2024 - 08:24
La pobreza en España crece entre los niños

Lectura fácil

A pesar de tener empleo y educación, mantener un nivel de vida adecuado parece cada vez más inalcanzable. Un estudio reciente de la organización “Save the Children”, titulado “Ser pobre en España: el retrato de mil familias”, arroja luz sobre la realidad de la pobreza infantil en el país, basándose en las experiencias de 1170 familias.

Tener un empleo ya no es algo vital en las familias españolas

Temporadas concretas de fiesta o fines de semana, con gastos adicionales, son oportunidades para disfrutar y compensar los meses anteriores. Sin embargo, ¿qué sucede cuando no se cuenta con los recursos suficientes para mantener una familia y un hogar a pesar de trabajar? Esta pregunta, lejos de ser retórica, refleja una realidad de pobreza y exclusión que no requiere buscar en otros países para ser comprendida.

En este contexto, tener un empleo ya no garantiza que las familias en España escapen de la pobreza, como revela un estudio reciente de Save the Children titulado “Ser pobre en España ”: el retrato de mil familias', que consultó a 1170 hogares. Más del 40 % de estas familias subsisten con ingresos que dificultan llevar una vida normal, con cifras que no superan los 1000 euros al mes, y en 1 de cada 5 casos, los ingresos bajan a 500 euros.

Además, el informe destaca que ni siquiera la educación ofrece una garantía para mejorar los ingresos. Más de la mitad de los padres y madres tienen estudios secundarios, y uno de cada diez cuenta con educación universitaria.

Los niños en situación de pobreza familiar se ven excluidos en muchas oportunidades

Los niños de familias con bajos ingresos se ven privados de muchos “privilegios” que otros dan por sentado. Esta desigualdad afecta principalmente a los más jóvenes, ya que la mitad de los niños menores de 3 años no pueden asistir a la escuela infantil, una etapa crucial para su desarrollo. 

Además de situaciones de pobreza, se ven excluidos de actividades extracurriculares debido a restricciones económicas y la falta de acceso a medios digitales adecuados para su educación.

La educación, un derecho fundamental, se convierte en un bien inalcanzable para muchos. En el ámbito escolar, el 39 % de los estudiantes de ESO carece de oferta de comedor escolar, y 1 de cada 10 niños no puede acceder a este servicio debido a limitaciones económicas.

Esta situación, combinada con la disminución del consumo de alimentos nutritivos como la carne, contribuye a una dieta precaria que impacta negativamente en la salud infantil. Casi la mitad de los niños entre 6 y 8 años presenta sobrepeso, y la atención dental se vuelve un lujo inalcanzable para muchos debido a sus altos costos.

La salud, algo imposible de esquivar en estas situaciones

La preocupación por la salud de los niños y su pobreza pasa a un segundo plano cuando se enfrentan a condiciones de vida difíciles. Aunque la dieta en los comedores escolares ya plantea desafíos para mantener hábitos saludables, la situación en el hogar no es mucho mejor. Con ingresos limitados, las familias destinan casi la mitad de sus ingresos al pago de la vivienda. 

Esto resulta en la imposibilidad de mantener condiciones óptimas de salubridad en los hogares, con uno de cada tres niños viviendo en casas con goteras, humedades, exceso de ruido o falta de luz natural.

Además, las familias en situación de pobreza no pueden permitirse instalar un aire acondicionado durante el verano ni una calefacción durante el invierno. Como resultado, se ven obligadas a soportar temperaturas extremas en el interior de sus hogares, usando abrigos incluso en su propio espacio residencial. Esta situación de vivienda contribuye a un entorno poco propicio para el bienestar y desarrollo saludable de los niños.

Añadir nuevo comentario