El poder de la "discapacidad"

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
18/02/2020 - 12:32

Lectura fácil

Comienzo este artículo con un alegato en favor de los injustamente considerados “discapacitados”, y bajo esta losa se entierran sueños, sin ni siquiera intentarlos.

El lenguaje de las palabras tiene poder, es verdad, pero más poder tienen nuestras creencias, responsables del 97% de nuestros actos, con lo que somos (como mucho) un 3% libres en nuestras acciones, a no ser que tomemos consciencia y nos hagamos cargo y responsables de nuestra propia vida.

Aquí entra en funcionamiento el poder de la palabra “discapacitado”, cajón desastre donde se encuentran miles de individuos que la sociedad no considera “normales”, y caben tanto una persona 100% dependiente para hacer vida normal, que necesita ayuda; como una persona con capacidad de hacer las cosas de forma distinta a los demás, y que por tanto NO NECESITA ayuda.

En esta sociedad en la que están de moda las redes sociales, el “postureo”, el tener seguidores para destacar entre la media de personas “normales” u “ordinarias”, los “discapacitados” no tenemos que hacer ningún esfuerzo añadido por sobresalir de la media, ya nos viene de fábrica, y sólo depende de nosotros el destacar por encima o por debajo de las demás personas “ordinarias”. Sólo depende de nosotros.

Si nos enfocamos y explotamos nuestras habilidades en vez de trabajar e intentar subsanar nuestras “debilidades”, no solamente podemos dar mayor sentido a nuestra vida, sino podemos ayudar a otras personas y ser felices. Eso que la mayoría del rebaño busca y no encuentra.

La palabra “discapacitado” es una cruel etiqueta que mata sueños bajo el poder del lado oscuro de la fuerza: el miedo

Finalizando, una discapacidad es una creencia limitante, que se convierte en realidad de muchas personas que, a partir de la calificación por parte de las autoridades competentes, se centran en recibir ayudas, y no en descubrir cuál es el granito de arena que han venido a aportar a este mundo.

Cómo dijo Teresa de Calcuta “… es tan poquito lo que puedo hacer, pero tan necesario que lo haga…”.
Y para muestra un botón:

No sé cómo sería mi vida si después de estar hemipléjico en silla de ruedas, tras dos meses en coma en la UCI del Hospital La Paz, por un accidente escalando; si me hubiese creído que era un minusválido y tenía una discapacidad. Los sueños que hubiese enterrado: volver a caminar y correr, terminar la carrera de ingeniero superior de Telecomunicación, escribir un libro, vivir junto al mar, trabajar desde casa, dar conferencias y talleres, trabajar en la radio con un programa que dirigía y presentaba… Sueños cumplidos y sigo soñando…

“Lo único imposible es aquello que no intentas”

Javier Velayos
Coach y CEO de “El Coaching me Pone”
Autor de “Cuarto Creciente, una historia de Coaching de Superación” Ed. Círculo Rojo 2017

Añadir nuevo comentario