10 preguntas para destripar el Poliamor

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13/01/2023 - 11:57
El poliamor y sus dinámicas

Lectura fácil

A pesar de que muchos hemos oído hablar de él en más de una ocasión, lo cierto es que el poliamor sigue despertando tantas dudas como curiosidad. Y es que está claro que algo en la forma de relacionarnos está cambiado, tanto por los cambios de pensamientos sociales, como la llegada de las nuevas tecnologías o incluso la globalización. Por eso, para resolver importantes dudas y desmontar los mitos más comunes, Celia Bizzotto, socióloga y experta en relaciones, nos dará más de una de las respuestas que necesitamos.

Las 10 dudas y mitos más comunes en torno al poliamor

Los mitos y dudas más comunes que tiene la gente no-poliamorosa, sobre esta práctica re relaciones, según Celia Bizzotto, han sido los siguientes:

Esta práctica va de abrir la pareja sexualmente y tener encuentros con mucha gente

NO, el poliamor no es solo sexo. Para nada. Quien quiera tener sexo sin más con mucha gente o irse a un lugar swinger, ha de saber que su orientación relacional es otra muy distinta a la que nos atañe explicar.

Probablemente debido al esfuerzo emocional que esta práctica implica, de momento se trata de la opción menos extendida, según pudimos comprobar en una encuesta que se hizo desde JOYclub. En este estudio, sólo el 12% elegía la elegía como su opción relacional favorita, aunque el 60% elegían la no monogamia.

Las personas poliamorosas son menos comprometidas que los monógamos.

Esto no es o no debería ser así. Una relación poliamorosa significa involucrarse emocionalmente con más de una persona al mismo tiempo, lo que conlleva interesarse por la otra persona, estar presente, mimar, cuidar, ofrecer tiempo de calidad… Todo aquello que exige una relación monógama, puede estar presentes, además de estar dirigido hacia más de una persona. Es algo mucho más exigente de compatibilizar.

Las personas poliamorosas no son celosas o no tienen inseguridades

Falso al 100%. Lo que sí lo diferencia es que los celos en este caso se deciden trabajar, hacia una/o misma/o y en la relación. Obviamente hay muchos mandatos sociales que deconstruir en las relaciones poliamorosas y la posesión del otro, los celos, las expectativas… Son cosas que hay que aprender a llevar y gestionar.

No hay pactos, no hay fidelidad, es un “yo voy a lo mío” y “sálvese quien pueda”.

Falso. En las relaciones poliamorosas hay límites, pactos y normas, y romperlos implica un quebrantamiento de la fidelidad. La fidelidad como concepto es simplemente ceñirse a un acuerdo, sólo que hemos dado por hecho que ese acuerdo es exclusividad.

Las personas poliamorosas lo son de por vida

Hay otro mito muy esparcido dentro de la propia comunidad no-monógama que es: “Si eliges el poliamor, lo eliges para toda la vida”. Y da igual si esta orientación relacional te hace daño, te resulta insufrible llevarla a cabo, no estás preparada o simplemente no es tu momento. La realidad es que a veces “necesitamos” una relación con un mayor o un menor grado de exclusividad, dependiendo de nuestro momento vital y del de la persona con la que nos estamos vinculando. Ser poliamoroso no implica serlo para toda la vida.

¿El poliamoroso nace o se hace?

Creo que inevitablemente es algo que se construye, aunque antes estaba convencida de que era algo que “se hacía”, pero no. Es una idea que ha variado poco a poco con el paso del tiempo: primero se deconstruye lo que te han dicho que es el amor y el sexo, y a continuación eliges tú qué idea te parece más acertada en base a tus principios, y luego, cómo quieres vivir tu afectividad.

Ahora me doy cuenta de que la experiencia me ha hecho cambiar de opinión y ahora creo que es una mezcla de ambas cosas. Considero que, aunque el trabajo previo está ahí y es fundamental, debes elegir el poliamor cuando hay algo dentro de ti que te lo pide. Algo que te impide ajustarte a los mandatos de la monogamia. Si has vivido en relaciones exclusivas y eso te ha hecho sentirte oprimido, si sientes placer (“compersión”, se llama) al ver a la persona que amas disfrutando con otra, si amar libremente es una necesidad… Entonces, se nace poliamoroso. Y si no la tienes: ¡Está bien!

¿Qué ventajas tiene este tipo de relación?

Yo creo que lo que más se ha de valorar como la mayor ventaja es la honestidad que implica, y, dicho sea de paso, la valentía que esto encarna. Todas sabemos que es natural sentir atracción y afectividad por otras personas que no son tu pareja. Pero hacemos como que no es verdad, lo ocultamos y lo vetamos.

En aras de mantener unos pactos, que muchas veces se sobreentienden, y respetar la moral imperante, hacemos como que no sentimos y muchas veces, lo pasamos realmente mal. O, si no, somos infieles, una posibilidad que me resulta igual o más destructiva. La virtud de las relaciones poliamorosas es que nos da la opción de decir a la persona que amamos: “Igual que te amo y te deseo, amo y deseo a otras personas también”.

¿Y qué desventajas?

La gran desventaja del poliamor es gestionarlo mal. Algo que ocurre en cualquier modelo relacional. Se puede caer en hacer mucho daño a la otra u otras personas. Hay muchas personas que se introducen en relaciones poliamorosas solo para mantener relaciones sexuales y no es sólo eso, o reproduciendo los mismos esquemas de la monogamia: posesión, control y celos. De hecho, en la encuesta que se hizo desde JOYclub, el 14% de las personas entrevistadas decían ser incapaces de adentrarse en este tipo de relaciones (aunque lo deseaban) debido a no saber cómo gestionar los celos.

¿Qué dificultades se encuentran las parejas de este tipo?

Antes de profundizar en este tema, habría que subrayar que no necesariamente estamos hablando de “parejas”. Es preferible un término como “vínculos” porque nada implica que esto sea de dos. Hay triejas, por ejemplo. Hay personas que son poli y no tienen vínculos jerárquicos, por lo que no hay una sola pareja sino varias diadas.

En cualquier caso, la dificultad principal probablemente sea la gestión del tiempo. Es decir, en la sociedad en la que vivimos, en la que dedicamos gran parte de nuestro día al trabajo y poco queda para nosotros mismos, ofrecer tiempo de calidad a más de una persona es complicado. Es difícil de gestionar para todos los miembros.

¿Se puede tener una familia/hijos en una relación de este tipo?

Sí. Personalmente he conocido personas que maternan en poliamor. Hay que trabajar en profundidad en la gestión de los vínculos. Esta parte debe ser buena y los miembros implicados han de asumir de una manera eficiente y correcta la maternidad o paternidad (igual que en monogamia). Así, los hijos disfrutarán de la misma estabilidad y amor que los hijos que provienen de núcleos familiares convencionales.

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