La protección por desempleo en España sube al 76,32 %, su nivel más alto desde 2010

La protección por desempleo en España ha subido al 76,32 % en el primer trimestre de 2025, lo que supone el nivel más alto registrado desde 2010. Este dato refleja que más de tres de cada cuatro personas desempleadas reciben algún tipo de prestación o subsidio, una cifra que marca un hito en la política social del país.

Este incremento responde tanto al mayor número de beneficiarios como a una mejora en la gestión de los recursos por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), así como a un contexto económico que, aunque presenta desafíos, ha priorizado la protección por desempleo.

La protección por desempleo alcanza máximos históricos desde 2010

La cuantía media bruta de la prestación contributiva percibida por beneficiario en marzo fue de 1.005,3 euros, lo que significa un aumento de 24,4 euros con respecto a 12 meses antes.

El número de extranjeros del mes de marzo de 2025 fue de 198.767, lo que representa un 6,7 % menos que el mismo mes del año anterior. La bajada en los beneficiarios procedentes de países no comunitarios (-5,6 %), es inferior a los procedentes de países comunitarios (8,7 %).

En relación con el total de beneficiarios de prestaciones por desempleo, los extranjeros representan el 12,23 %. Los beneficiarios extranjeros suponen, por otro lado, el 29,52 % del total de demandantes de empleo de extranjeros.

Por último, el gasto de las prestaciones de los beneficiarios extranjeros fue de 223,2 millones de euros (un 8,3 % más que en marzo de 2024) y en relación con el coste total de las prestaciones en protección por desempleo supone el 10,7 %.

Más prestaciones contributivas y mejor acceso al subsidio

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en marzo de 2025 se registraron más de 1,8 millones de personas beneficiarias de alguna prestación por desempleo, incluyendo tanto las contributivas como los subsidios asistenciales. Del total, más del 60 % accede a una prestación contributiva, lo que implica que han perdido un empleo con cotizaciones suficientes.

El resto se acoge a otras formas de ayuda, como el subsidio por desempleo, la Renta Activa de Inserción (RAI) o el Ingreso Mínimo Vital, en combinación con otras prestaciones. Además, se han agilizado procesos administrativos que antes dificultaban el acceso inmediato a las ayudas, reduciendo tiempos de espera y simplificando trámites.

Un sistema más sólido ante una economía aún inestable

Este repunte en la tasa de protección por desempleo se produce en un contexto en el que el mercado laboral español sigue siendo frágil. Aunque el empleo ha mostrado signos de recuperación en algunos sectores como servicios y tecnología, otros continúan afectados por los efectos de la inflación y la incertidumbre geopolítica.

Los expertos señalan que una tasa de protección por desempleo alta es clave para sostener el consumo interno, evitar el aumento de la pobreza y reducir la desigualdad. No obstante, también subrayan la necesidad de avanzar hacia políticas activas de empleo más eficaces que permitan no solo asistir al desempleado, sino reinsertarlo de forma estable en el mercado laboral.