Lectura fácil
Estar desempleado es una de las sensaciones más amargas para cualquier persona debido, principalmente, a la falta de recursos económicos y a inexistencia de cotización a la Seguridad Social para hacer méritos de cara a la pensión de jubilación. Mientras, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) trabaja en prestar una serie de ayudas a estos colectivos que, además, han agotado la prestación contributiva de desempleo, popularmente conocida como paro.
Por tanto, el SEPE ofrece ayudas también a aquellas personas que han agotado su paro, es decir, no pueden seguir beneficiándose de la pensión contributiva por desempleo. De esta manera, las personas beneficiarias podrán seguir cobrando una ayuda para cubrir sus necesidades hasta que encuentren un empleo. No obstante, para recibir estas prestaciones se han de cumplir una serie de requisitos y condiciones, establecidos por las instituciones competentes en esta materia, y presentar la documentación pertinente.
¿Qué ayudas existen si no tienes paro?
Cuando una persona no tiene derecho a la prestación contributiva por desempleo —el conocido como "paro"—, aún puede acceder a diferentes tipos de prestaciones económicas gestionadas principalmente por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y por otros organismos públicos. Estas ayudas están pensadas para proteger a quienes se encuentran en situación de desempleo y no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Las ayudas varían según la situación personal y laboral del solicitante: edad, cargas familiares, tiempo trabajado o haber agotado prestaciones previas. Algunas se conceden de forma directa y otras requieren cumplir ciertos requisitos, como estar inscrito como demandante de empleo, tener responsabilidades familiares o estar en búsqueda activa de trabajo.
Tipos de ayudas disponibles si no tienes derecho a paro
- Subsidio por insuficiencia de cotización: para quienes han trabajado menos de un año y no han generado derecho a paro. Requiere tener responsabilidades familiares si se han cotizado menos de seis meses.
- Subsidio por agotamiento del paro con cargas familiares: si ya has cobrado el paro pero aún no encuentras trabajo y tienes personas a tu cargo.
- Subsidio para mayores de 45 años: destinado a quienes hayan agotado su prestación contributiva y no tengan ingresos ni cargas familiares.
- Subsidio para mayores de 52 años: uno de los más demandados, permite cotizar para la jubilación mientras se recibe la ayuda.
- Renta Activa de Inserción (RAI): orientada a desempleados de larga duración, víctimas de violencia de género o personas con discapacidad igual o superior al 33 %.
- Ingreso Mínimo Vital (IMV): una prestación gestionada por la Seguridad Social para hogares con ingresos por debajo del umbral establecido.
- Ayuda extraordinaria por desempleo (SED): pensada como último recurso, para quienes han agotado todas las demás opciones.
Cómo solicitarlas y qué tener en cuenta
Para acceder a cualquiera de estas ayudas, es fundamental estar inscrito como demandante de empleo en el SEPE, no superar ciertos límites de ingresos y cumplir los requisitos específicos de cada subsidio. La mayoría de solicitudes pueden hacerse online a través de la sede electrónica del SEPE o en oficinas presenciales con cita previa.
Es importante mantenerse activo en la búsqueda de empleo y renovar la demanda en tiempo y forma. Algunas ayudas, como la RAI o el subsidio para mayores de 52, pueden renovarse de forma anual si se siguen cumpliendo las condiciones.
Añadir nuevo comentario