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La realidad cotidiana de muchas trabajadoras del hogar en España vuelve a situarse en el centro del debate público. Relatos como el de mujeres a las que se les limita el número de días que pueden ducharse, o a quienes se obliga a hacerlo con agua fría, siguen llegando a la Inspección de Trabajo.
También se han denunciado riesgos laborales de casos en los que no se les permite usar el baño de la vivienda y se ven forzadas a improvisar un cubo para sus necesidades fisiológicas. Otras explican que limpian con productos tóxicos que les irritan la piel o les provocan mareos y, cuando piden alternativas neutras, la respuesta es que no hay opción de cambiar. Y no faltan quienes trabajan sin guantes, sin mascarillas o sin equipos mínimos de protección, o quienes deben costearse su propio uniforme porque sus empleadores así lo exigen.
Estas situaciones fueron expuestas públicamente el pasado mayo por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la presentación de la nueva herramienta digital para evaluar los riesgos laborales en el ámbito doméstico. Durante su intervención, Díaz fue contundente: “Esto no es compatible con una democracia avanzada”. La herramienta, que será obligatoria a partir del viernes 14 de noviembre, busca precisamente combatir estas formas de vulnerabilidad que persisten en un sector históricamente invisible.
Una plataforma para garantizar la salud laboral en el hogar
La aplicación, alojada en la web prevención10.es, surge como respuesta directa al decreto aprobado en septiembre de 2024 que reconoce, por primera vez de forma plena, el derecho de las trabajadoras del hogar a la salud laboral. Esta medida continúa la senda iniciada en 2022, cuando el Gobierno reconoció a este colectivo el acceso al desempleo y, posteriormente, el derecho a indemnización en casos de despido improcedente.
Según el Ministerio de Trabajo, más de 350.000 hogares deberán realizar este trámite. El objetivo es doble: facilitar el cumplimiento de la normativa y, a la vez, garantizar que las empleadas, ya sean internas o trabajadoras por horas, desarrollen su labor en condiciones dignas.
¿Quién debe realizar la evaluación de riesgos laborales?
La responsabilidad recae exclusivamente en el empleador o empleadora, que queda expresamente prohibido de trasladar cualquier coste derivado de la seguridad y salud laboral a la trabajadora. Es decir, toda medida necesaria para corregir o reducir riesgos laborales deberá ser asumida por la familia contratante.
Para ello, el Ministerio ha diseñado una herramienta accesible que permite, mediante un cuestionario guiado, identificar posibles riesgos laborales en el hogar. La plataforma está pensada para que cualquier persona, sin conocimientos técnicos, pueda llevar a cabo la evaluación con facilidad.
La evaluación se desarrolla en varias etapas:
1. Registro en la plataforma: El empleador debe darse de alta en el área dedicada al servicio del hogar familiar. Una vez creado el usuario, podrá entrar y salir cuantas veces desee para completar el proceso sin perder el progreso.
2. Identificación del personal empleado: El sistema solicita indicar cuántas personas trabajan en la vivienda y en qué condiciones (internas, externas, por horas) para adaptar el cuestionario.
3. Cumplimentación del cuestionario: El formulario incluye preguntas sobre el propio domicilio (iluminación, ventilación, orden, presencia de productos químicos, riesgos eléctricos o de caídas) y también sobre las tareas que realiza la trabajadora: limpieza, lavado, cocina, plancha, atención a personas dependientes, entre otras. Cada respuesta sirve para detectar posibles riesgos laborales o confirmar que la labor se desarrolla en condiciones adecuadas.
4. Propuestas de mejora: Una vez completado el cuestionario, la plataforma evalúa los posibles peligros y recomienda acciones correctoras. Además, asigna un nivel de prioridad a cada medida mediante un sistema de colores: las señaladas en rojo exigen atención inmediata, al comprometer la seguridad o la integridad física de la trabajadora. Para cada mejora, se debe indicar quién será responsable de llevarla a cabo y en qué plazo. Muchas medidas no implican coste económico, ya que se refieren a reorganizar tareas o establecer pautas de trabajo más seguras.
¿Qué ocurre cuando se detectan riesgos?
Si en el cuestionario se responde negativamente a alguna de las preguntas clave, la plataforma interpreta que existe un riesgo. En ese caso, el empleador debe comprometerse a realizar las mejoras necesarias en un tiempo determinado. Incumplir estas medidas puede suponer sanciones graves en una inspección de trabajo.
Al terminar el proceso, el sistema genera un documento editable con los datos del empleador y el resultado de la evaluación. Es obligatorio entregar una copia a la trabajadora y conservar otra en el domicilio, disponible para cualquier requerimiento de la autoridad laboral.
La obligatoriedad de esta evaluación entra en vigor el 14 de noviembre, y no realizarla puede implicar multas desde 2.451 euros, ampliables entre 24.586 y 49.180 euros en casos agravados, según fuentes del Ministerio de Trabajo.
Más recursos en prevención10.es
La plataforma también incluirá fichas informativas sobre equipos de protección individual, un tutorial interactivo para guiar a los empleadores paso a paso y el servicio “Stop riesgos laborales”, disponible en el teléfono 91 363 43 00, que atiende de lunes a viernes entre las 9:00 y las 14:00.
Este nuevo sistema marca un cambio significativo en la protección de un colectivo esencial para miles de hogares y que, durante años, ha denunciado condiciones indignas en silencio. Con la obligatoriedad de esta evaluación, el Gobierno busca que la salud laboral en el ámbito doméstico deje de ser una excepción y pase a ser un derecho plenamente garantizado.
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