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La Fundación ONCE ha emitido una contundente alerta sobre la situación crítica de los Servicios de Atención a la Discapacidad (SAD) en las universidades españolas.
Un informe reciente de la entidad revela que estos servicios se encuentran "desbordados", incapaces de hacer frente al creciente número de estudiantes con necesidades especiales y trastornos de salud mental. Esta situación, lejos de ser un caso aislado, es la norma en la gran mayoría de las universidades públicas del país, lo que pone en entredicho el avance real en materia de inclusión educativa.
Urge una mayor financiación para los SAD en las universidades españolas
El estudio, titulado 'La inclusión de las personas con discapacidad en el sistema universitario español', ha contado con la participación de 40 de las 48 universidades públicas del país y sus conclusiones son claras: los SAD carecen de los recursos económicos y del personal técnico necesarios para garantizar una atención de calidad. Ante este panorama, la Fundación ONCE hace un llamamiento urgente a las comunidades autónomas para que aseguren una financiación adecuada y estable, tal como lo exige la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
Esta estabilidad presupuestaria es fundamental para consolidar los servicios y asegurar su continuidad, más allá de los cambios en los equipos de gobierno rectorales. Sin esta inversión, el progreso en la inclusión de las personas con discapacidad en las universidades españolas se verá gravemente obstaculizado.
Avances lentos y obstáculos persistentes
El informe reconoce que, si bien se han producido "avances" en los últimos años, el ritmo es "más lento y débil de lo esperado". La entidad subraya que para lograr una verdadera igualdad de oportunidades, es necesario un "cambio en la mirada y un cambio cultural" tanto en la sociedad como en las propias instituciones universitarias. El principal desafío reside en la transversalidad de las políticas de inclusión, es decir, que no sean solo una cuestión de los SAD, sino que se integren en todas las áreas y estamentos de la universidad.
Aunque la LOSU es vista como una herramienta prometedora, el informe señala que sus "deficiencias" en la financiación limitan su correcta implementación. Por ello, la plena inclusión de las personas con discapacidad en las universidades españolas sigue siendo una meta esquiva sin una dotación presupuestaria suficiente.
La invisibilidad y la falta de participación, un lastre para la integración
Además de las barreras económicas, el informe de la Fundación ONCE pone el foco en las múltiples dificultades que enfrentan los estudiantes con discapacidad. Se destaca que, a pesar del aumento en el número de alumnos con discapacidad que acceden a estudios superiores —que ya supera los 22.000, lo que representa el 1,6 % del total—, la diferencia en la tasa de finalización de estudios sigue siendo notable: solo el 19,2 % de las personas con discapacidad terminan la universidad, frente al 39 % de la población sin discapacidad.
Las barreras de inclusión no se limitan a las cifras. El documento detalla que muchos espacios, materiales y contenidos digitales no son accesibles. A ello se suma la reticencia de parte del profesorado a realizar las adaptaciones necesarias. Por ello, se aboga por establecer "criterios unánimes y garantistas en todas las universidades españolas" para asegurar que los ajustes razonables se apliquen de manera uniforme.
Asimismo, la participación del estudiantado con discapacidad en la vida universitaria es escasa, tanto en actividades extracurriculares como en órganos de representación. La falta de adaptaciones y la necesidad de un "sobreesfuerzo" constante son las principales causas de esta baja implicación. La movilidad internacional también es "muy baja", lo que limita las oportunidades de desarrollo personal y académico.
El estigma de la discapacidad en el ámbito académico
Un aspecto especialmente relevante del informe es la "invisibilidad" que muchos estudiantes con discapacidad deciden adoptar para evitar el estigma y ser considerados menos capaces. Esta actitud, resultado del temor a ser juzgados, evidencia la necesidad de un cambio cultural profundo.
El consenso es claro: las actitudes negativas pueden superarse con una formación y sensibilización adecuadas para toda la comunidad universitaria. Por esta razón, el informe recomienda implementar programas de capacitación sobre inclusión y atención a personas con discapacidad en las universidades españolas.
Un futuro en debate: el Congreso Internacional Universidad y Discapacidad
Las conclusiones de este revelador informe servirán como base para el debate en el VII Congreso Internacional Universidad y Discapacidad, que se celebrará en Granada del 19 al 21 de noviembre. El evento, impulsado por la Fundación ONCE, reunirá a más de 400 expertos de todo el mundo bajo el lema ‘Tendencias y desafíos para una universidad inclusiva’.
Este encuentro será una plataforma crucial para abordar las problemáticas expuestas y buscar soluciones conjuntas que permitan a las universidades españolas avanzar hacia una verdadera igualdad de oportunidades para todos.
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