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Con la evolución del hombre y la bipedestación, la anatomía y función del cuerpo también han evolucionado con ella, llevando a un aumento de la presión intra abdominal y a que exista una mayor fuerza de empuje hacia abajo, debido al efecto de la gravedad.
Está presión ejercida de manera constante durante todo el día, ya debilita por sí sola el suelo pélvico. En muchas ocasiones, la existencia de malos hábitos o circunstancias personales agravan esta situación, como el levantamiento frecuente de peso o cargas, sobrepeso o tos crónica. El debilitamiento del suelo pélvico se puede manifestar en forma de síntomas claros, aunque en muchas ocasiones estos son difíciles de discernir hasta que se hacen evidentes.
¿Qué es y por qué es importante también en hombres?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que forman una especie de "hamaca" en la base del abdomen, sosteniendo órganos como la vejiga, el intestino y, en el caso de los hombres, también la próstata. Aunque comúnmente se asocia con la salud femenina —especialmente durante y después del embarazo—, su correcto funcionamiento también es crucial para los hombres.
Un suelo pélvico fuerte en hombres ayuda a prevenir la incontinencia urinaria y fecal, favorece una mejor función eréctil y eyaculatoria, y mejora el rendimiento físico general. Además, estos músculos contribuyen a la estabilidad del core, lo que repercute positivamente en la postura y en la práctica deportiva.
Beneficios de entrenar estos músculos
Los ejercicios que proponemos consisten en contraer los músculos del suelo pélvico (como si se quisiera cerrar el chorro de orina) y son un pequeño ejemplo de cómo podemos empezar a “despertar” esta musculatura y ser conscientes de ella.
El objetivo es ser capaz de contraer y relajar la musculatura del suelo pélvico. En primer lugar, empezaremos practicándolos en decúbito supino (tumbado boca arriba) hasta que lo dominemos, luego en sedestación (sentado) y bipedestación (de pie), y finalmente los integraremos en las actividades de la vida diaria.
Los ejercicios de Kegel adaptados a hombres, puede ofrecer múltiples beneficios:
- Prevención y control de la incontinencia urinaria, especialmente tras intervenciones de próstata.
- Mejora del control eyaculatorio y aumento de la satisfacción sexual.
- Reducción del riesgo de disfunción eréctil.
- Mejor soporte para los órganos pélvicos y disminución del riesgo de prolapsos.
Además, el entrenamiento regular de esta zona muscular contribuye a un mejor bienestar general y puede mejorar la confianza personal, al sentir mayor control sobre el cuerpo.
Cómo empezar a entrenar si eres hombre
El primer paso es identificar los músculos correctos: se pueden localizar al intentar interrumpir el flujo de orina a mitad de la micción (solo para localizarlos, no como ejercicio regular). Una vez ubicados, se pueden realizar contracciones suaves y progresivas, manteniéndolas durante unos segundos y relajando después.
Los ejercicios se pueden hacer en cualquier lugar, en cualquier momento, y no requieren equipamiento. Se recomienda empezar con series de 10 repeticiones, tres veces al día, e ir aumentando progresivamente. Además, algunos fisioterapeutas especializados en suelo pélvico pueden guiarte de manera personalizada.
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