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6 de cada 10 españoles siguen alguna superstición relacionada con la comida

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17/10/2025 - 09:02
Supersticiones sobre la comida

Lectura fácil

La superstición es un fenómeno que está muy presente en muchas culturas, y la comida no es una excepción.Spin Genie ha analizado cómo algunos alimentos típicos de Europa están vinculados con creencias populares que buscan atraer buena suerte, amor, salud o fortuna.

Según un estudio publicado en su blog, un 58 % de los españoles reconoce seguir alguna tradición o superstición relacionada con la comida, ya sea por costumbre familiar, historias populares o simple creencia personal. Además, un 64 % considera que ciertos alimentos pueden atraer buena suerte.

Entre las supersticiones más populares, destacan las 12 uvas de Nochevieja, que el 63 % de los encuestados lo asocian con la llegada de un año próspero. En Italia, esta costumbre se transforma en otro símbolo, las lentejas de Fin de Año, que representan riqueza y nuevos comienzos.

“Las supersticiones culinarias son un reflejo de la relación entre la cultura y la comida. Aunque muchas han perdido su significado original, siguen recordando cómo los alimentos han sido, históricamente, algo más que una fuente de nutrición. Representan un símbolo de protección, fortuna y unión familiar”, asegura el equipo de Spin Genie.

De la sal al pan boca abajo: las supersticiones más comunes en España

En España, la relación entre superstición y comida se mantiene viva en muchas regiones y hogares, muchas veces de forma inconsciente. Además de las 12 uvas, es común evitar brindar con agua, ya que se asocia con la mala suerte debido a su vínculo con rituales funerarios en la mitología griega. De hecho, según un estudio realizado por Perrier, el 75 % de la población española evita el agua a la hora de brindar.

Otra superstición que se mantiene en el día a día es evitar derramar la sal, ya que sigue considerándose una señal de mal fario. La historia se remonta a la Edad Media, cuando la sal era un bien preciado y desperdiciarla se interpretaba como un descuido hacia la prosperidad. Sin embargo, la creencia popular indica que este efecto puede neutralizarse si se lanza un poco por encima del hombro izquierdo, un gesto que aún se conserva en muchas casas.

El pan, considerado tradicionalmente un símbolo de vida y sustento, también está rodeado de supersticiones. Colocarlo boca abajo sobre la mesa se ha asociado con atraer escasez. Esta práctica tiene origen en la Francia medieval, cuando los panaderos reservaban el “pan del verdugo”, poniéndolo invertido, un gesto que acabó adquiriendo connotaciones negativas en muchos países.

Además, en muchas regiones de Castilla y Galicia, el pan no se pasa directamente de mano a mano, sino que se apoya sobre la mesa antes. De lo contrario, se dice que puede atraer conflictos o mala convivencia familiar.

Hierbas, ajos y amuletos gastronómicos como superstición destacada

Algunos ingredientes también se consideran protectores naturales. El ajo, por ejemplo, ha sido visto como un escudo contra el mal de ojo y las energías negativas. En regiones como Castilla-La Mancha es común colgar ristras de ajos en puertas o habitaciones para alejar las malas vibras, e incluso hay quienes lo llevan en el bolsillo como amuleto.

El laurel y el romero, dos hierbas muy presentes en la cocina mediterránea, también se asocian con la suerte, la victoria y la fidelidad. En muchas casas, se guardan hojas de laurel secas en la despensa o se queman ramas de romero para atraer la buena energía.

Y si hay un ingrediente en la superstición cargado de simbolismo, es el huevo. Además de su uso en la cocina, en España y Latinoamérica se utiliza como ritual para “limpiar el mal de ojo”. Se pasa por el cuerpo y, posteriormente, se rompe en un vaso de agua, donde la forma de la clara se interpreta para identificar envidias, males o energías negativas.

Cubiertos y otros rituales de la mesa

También existen supersticiones menos conocidas relacionadas con la disposición y la decoración de la mesa. Dejar los cubiertos cruzados sobre el plato se interpreta como una invitación a la discordia, mientras que dos cuchillos cruzados anuncian una discusión o traición. En Italia, además, todavía se evita que trece personas se sienten a la mesa, un número que sigue generando recelo entre los supersticiosos, aunque el 17 es su número de la mala suerte.

Aunque la superstición cambia entre culturas y países, cada una de ellas reflejan la misma idea de que la comida es mucho más que un alimento, un lenguaje simbólico capaz de conectar lo cotidiano con lo espiritual.

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