Los anticuerpos y el propio virus decidirán si es realmente necesaria la tercera dosis de Pfizer

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09/05/2021 - 08:00
Los responsables de Pfizer y de BioNtech han anunciado que será necesaria una tercera dosis de su vacuna / GETTY

Lectura fácil

Ugur Sahin, fundador de BioNtech (socio de Pfizer en el desarrollo de la vacuna contra el Covid), afirma que hará falta una tercera dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer, entre 9 y 12 meses después de haber recibido la segunda.

Sahin explica que seis meses después de la segunda dosis, la inmunidad generada por la vacuna empieza a decaer. Por eso, estima que, pasados unos meses, debería inyectarse una tercera dosis, para garantizar que la vacuna mantenga ese nivel máximo de inmunidad. 

La vacunación contra la Covid podría acabar siendo anual, parecida a la de la gripe

Investigadores de Reino Unido están comprobando, por ejemplo, que en la vida real, la caída de anticuerpos es más lenta de lo que vaticina Sahin. Y además, no hay que olvidar que los anticuerpos no son la única arma con que cuenta el organismo para defenderse del virus.

La inmunidad celular está demostrando, con el paso del tiempo, ser un arma muy potente contra este coronavirus. Tanto, que ya se anuncian vacunas de nueva generación centradas en estimular más esta línea de defensa, la celular.

Respuesta celular potente frente a las variantes

Cuando se ha estudiado la respuesta de las células T se ha visto, entre otras cosas, que es capaz de hacer frente a variantes del virus que, sin embargo, debilitan la respuesta de anticuerpos. 

Ciertas variantes, como la sudafricana o la brasileña, son capaces de esquivar a los anticuerpos, consiguen que les cueste más reconocerlas y, por tanto, atacarlas. Pero esto no ocurre con las células T, que además de asegurar una buena memoria celular, atacan y destruyen las células infectadas por el virus.

Todo esto nos lleva a un punto importante: el papel de los anticuerpos en las vacunas

Desde el inicio de la campaña de vacunación en todo el mundo, diversos estudios han intentado determinar si será necesaria una tercera dosis, o bien si la vacuna será anual, considerando la proliferación de las más de 4 mil variantes del coronavirus que circulan por el mundo, y la capacidad de mutación del patógeno.

La necesidad (o no) de esa tercera dosis, entonces, puede venir determinada, no tanto porque los anticuerpos decaigan antes o después, sino por la evolución del virus y la capacidad de las nuevas variantes para reducir la protección que nos genera la vacuna. Una protección basada, sobre todo, en los anticuerpos.

Pero al fin y al cabo todo depende de cómo se comporte la pandemia. Si no baja la circulación del virus, es probable que se requiera una mayor protección, pero si los contagios disminuyen y hay menos virus circulando, la situación cambia. Si en un momento determinado se genera una disminución importante de la protección que otorgan las dos dosis, quizás sea necesario vacunar a ciertos grupos de la población. No implica que todos necesitemos una tercera dosis.

En ningún caso, este anunció se puede interpretar como que hoy con dos dosis estamos desprotegidos. No se debe olvidar que aún estamos en medio de una pandemia y que ni siquiera se ha vacunado a toda la población.

La posibilidad de una tercera dosis, puede ocurrir con cualquier vacuna, pero depende de muchos factores. Así las cosas, aunque los expertos sospechan que van a ir cayendo los anticuerpos y que probablemente la eficacia clínica descenderá, no hay nada publicado. Es muy pronto, no hay datos ni indicios. De momento, sabemos que a los seis meses se sigue manteniendo una importante respuesta protectora. ¿Cuánto más va a durar? No lo sabemos todavía.

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