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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lanzó un llamado a la ciudadanía para replantear una de las tradiciones más comunes de la temporada navideña: el uso de musgo natural en nacimientos y decoraciones. Aunque esta práctica está profundamente arraigada en la cultura mexicana, especialistas de la Máxima Casa de Estudios advirtieron que la extracción de musgo de su entorno natural provoca afectaciones severas a los ecosistemas, cuyos efectos pueden prolongarse durante varios años.
Durante el mes de diciembre, es frecuente que grandes cantidades de musgo sean retiradas de bosques, zonas montañosas y áreas húmedas para adornar nacimientos. Sin embargo, la UNAM señaló que esta costumbre tiene un impacto ambiental considerable, ya que implica la remoción de un organismo vivo esencial para el equilibrio ecológico. La institución subrayó que, aunque el daño no siempre es evidente de inmediato, sus consecuencias se acumulan con el paso del tiempo.
Más que un adorno: un organismo vivo esencial
De acuerdo con la UNAM, el musgo natural no debe ser visto únicamente como un elemento decorativo. Se trata de un organismo vivo que cumple funciones clave dentro de los ecosistemas terrestres. Su presencia influye directamente en la salud del suelo, la disponibilidad de agua y la supervivencia de múltiples especies que dependen de él.
Los especialistas explicaron que el retiro masivo de musgo, especialmente en temporada decembrina, altera de forma significativa estos procesos naturales. Al ser extraído de manera indiscriminada, se rompe el equilibrio del entorno donde crece, afectando no solo al musgo en sí, sino a todo el sistema ecológico que lo rodea.
El musgo natural y su papel en la germinación y el suelo
Uno de los aportes más importantes del musgo natural es su contribución a la germinación de semillas. Actúa como un sustrato natural que mantiene condiciones adecuadas de humedad y protege a las plantas jóvenes durante sus primeras etapas de desarrollo. Gracias a esta función, facilita que nuevas plantas logren establecerse en el ecosistema.
Además, el musgo ayuda a conservar la estabilidad del suelo. Retiene minerales esenciales y disminuye la erosión, un factor particularmente relevante en regiones montañosas o con altos niveles de humedad. La pérdida de musgo en estas zonas puede acelerar el desgaste del suelo y provocar daños ambientales de largo alcance.
Otro aspecto destacado por la UNAM es la capacidad del musgo para absorber y liberar agua de manera gradual. Funciona como una especie de esponja natural que regula la humedad del entorno, contribuyendo al equilibrio hídrico del ecosistema. Este mecanismo es vital para mantener condiciones estables, tanto para la vegetación como para los organismos que habitan en estas áreas.
Cuando el musgo natural es retirado, esta regulación natural se pierde, lo que puede generar alteraciones en la disponibilidad de agua y afectar a otras especies vegetales y animales.
Refugio de vida que tarda años en regenerarse
La Universidad también enfatizó que el musgo natural sirve como refugio y fuente de alimento para microorganismos, insectos y pequeños animales. Al ser arrancado, estas especies pierden su hábitat, lo que desencadena un efecto en cadena dentro del ecosistema.
Uno de los aspectos más alarmantes es la lentitud de su crecimiento. Según datos de la UNAM, un parche de musgo natural extraído puede tardar hasta siete años en recuperarse por completo, siempre y cuando no vuelva a ser perturbado. La institución advirtió que la extracción realizada cada temporada navideña supera la capacidad natural de regeneración, provocando una disminución constante de sus poblaciones y el deterioro progresivo de los ecosistemas donde habita.
Consumo responsable y opciones sustentables
Ante este panorama, la UNAM recomendó a la población que, en caso de adquirir musgo natural, se asegure de que provenga de proveedores autorizados, con planes de manejo aprobados por las autoridades ambientales y bajo esquemas de extracción legal y controlada.
Asimismo, hizo un llamado a optar por alternativas más sostenibles, como musgo artificial o materiales reciclados para los nacimientos navideños. Estas opciones permiten conservar las tradiciones sin comprometer el medio ambiente. La Universidad recalcó que pequeñas decisiones individuales pueden marcar una diferencia significativa para evitar daños ecológicos que, aunque no siempre visibles de inmediato, tienen repercusiones a largo plazo.
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