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UPenn prohíbe a mujeres trans en deportes femeninos tras presión del gobierno de Trump

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11/07/2025 - 11:30
Trump con el decreto que prohíbe a las mujeres trans competir en categoría femenina

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La Universidad de Pensilvania (UPenn) ha oficializado la exclusión de mujeres trans o transgénero de sus equipos deportivos femeninos, marcando un giro importante en las políticas de inclusión dentro del ámbito académico. La medida fue adoptada este martes como parte de un acuerdo voluntario con el Departamento de Educación de los Estados Unidos, que pone fin a una investigación federal relacionada con la participación de Lia Thomas, una nadadora trans que hizo historia en el deporte universitario.

El caso Lia Thomas: un punto de inflexión en el caso de las mujeres trans deportistas

Lia Thomas alcanzó notoriedad en 2022 al convertirse en la primera atleta transgénero en ganar un campeonato nacional universitario de la División I de la NCAA, el máximo nivel competitivo en el deporte universitario de EE.UU. Su éxito provocó reacciones encontradas y generó un debate nacional sobre los límites de la inclusión en el deporte femenino.

A raíz de su participación, el Departamento de Educación, bajo la actual administración de Donald Trump, inició una investigación sobre si su inclusión violaba el Título IX, una ley que prohíbe la discriminación por sexo en instituciones educativas que reciben fondos federales.

Resolución con condiciones

El acuerdo alcanzado entre UPenn y el Departamento de Educación obliga a la universidad a restituir todos los títulos, récords y victorias a las competidoras que perdieron frente a Thomas. Además, la institución deberá emitir una carta de disculpa formal a esas atletas. Aún no se ha aclarado si Lia Thomas tendrá que devolver sus medallas.

La universidad también ha sido instruida a modificar su política deportiva y declarar públicamente que no permitirá que “hombres compitan en programas deportivos femeninos”, adoptando una definición de género basada exclusivamente en criterios biológicos.

Cabe destacar que esta terminología refleja el enfoque de la Administración Trump, que no reconoce identidades transgénero ni no binarias. De hecho, el presidente firmó en febrero una orden ejecutiva limitando el reconocimiento oficial del género a únicamente dos categorías: masculino y femenino.

Presión política y consecuencias financieras

La decisión de UPenn no se entiende sin el contexto político que la rodea. Donald Trump, quien ha hecho de la exclusión de mujeres trans del deporte femenino un tema central en su cruzada cultural, utilizó este caso como parte de su campaña electoral para regresar a la Casa Blanca. La administración incluso amenazó en marzo con retirar aproximadamente 175 millones de dólares en fondos federales a la universidad si no cambiaba su postura. Esta presión surtió efecto y llevó finalmente a la firma del acuerdo.

Linda McMahon, secretaria de Educación y exdirectiva del mundo de la lucha libre profesional, celebró el resultado como un avance en la protección de las oportunidades para “mujeres y niñas estadounidenses”. En sus palabras, esta acción representa un paso más en el esfuerzo por “restablecer el verdadero espíritu del Título IX”.

Reacciones institucionales y antecedentes deportivos

Por su parte, el rector de la universidad, J. Larry Jameson, expresó su respaldo al cumplimiento de la normativa federal respecto a las mujeres trans atletas, aunque reafirmó el compromiso de UPenn con un “entorno respetuoso y acogedor” para todos sus estudiantes. No obstante, esta decisión pone fin a años de alineamiento con las políticas inclusivas de la NCAA y la Ivy League, organizaciones que habían permitido la participación de deportistas transgénero siguiendo estándares específicos.

Durante su etapa como atleta, Thomas compitió bajo los requisitos vigentes, que incluían al menos un año de terapia hormonal para poder participar en categoría femenina. En 2024, sin embargo, su aspiración olímpica se desvaneció tras perder una demanda contra la federación internacional de deportes acuáticos, que ratificó su exclusión de los Juegos Olímpicos de París.

Un debate que trasciende el deporte

Aunque el número de mujeres trans atletas que participan en deportes universitarios es muy reducido, el caso de Lia Thomas ha sido utilizado como emblema de una discusión mucho más amplia sobre identidad de género, derechos civiles y límites en la equidad competitiva.

El hecho de que figuras de ambos partidos, como el demócrata Gavin Newsom, hayan expresado posiciones similares en torno al deporte femenino sugiere que el consenso político en torno a este tema podría estar cambiando. Este episodio para las mujeres trans atletas y el deporte femenino en general simboliza mucho más que una simple decisión administrativa.

Representa el choque entre principios de inclusión y normas biológicas tradicionales, en un contexto político donde las políticas identitarias se han convertido en armas de campaña. Para muchos, el acuerdo de UPenn marca una victoria conservadora; para otros, el veto a las mujeres trans atletas es un retroceso en los derechos y reconocimiento de las personas trans. Lo cierto es que el debate seguirá marcando la agenda social y política de Estados Unidos.

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