Cómo el uso de Internet afecta el rendimiento académico en Educación Secundaria

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24/09/2025 - 18:00
Uso de Internet fuera del ámbito escolar

Lectura fácil

El uso de Internet en la educación secundaria ha generado un debate constante sobre sus efectos en el rendimiento académico. Un reciente estudio realizado por los profesores de la Universidad de Málaga, Óscar David Marcenaro-Gutiérrez y Luis Alejandro López-Agudo, analiza cómo los distintos usos de los recursos digitales por parte del alumnado español impactan en sus competencias educativas. Sus conclusiones aportan matices importantes y plantean recomendaciones para padres y centros educativos.

El uso de Internet deja un impacto negativo, salvo en tareas académicas

El estudio evidencia que el uso de Internet, tanto dentro del centro educativo como fuera de él, tiende a tener una influencia negativa en el rendimiento académico de los estudiantes de Educación Secundaria. Sin embargo, los investigadores destacan una excepción significativa: la navegación orientada a la realización de tareas académicas. De hecho, este tipo de uso se intensifica a medida que los estudiantes avanzan en los cursos más recientes, mostrando un efecto positivo sobre el aprendizaje cuando se emplea de manera dirigida y consciente.

No obstante, Marcenaro-Gutiérrez y López-Agudo advierten sobre los riesgos de otros usos digitales. La práctica habitual de videojuegos y la constante subida de contenidos a Internet no solo repercute negativamente en la adquisición de competencias, sino que también incrementa la probabilidad de que los alumnos repitan curso. Esta doble consecuencia refuerza la necesidad de un uso equilibrado y supervisado de los recursos tecnológicos.

Más recursos digitales no garantizan mejores resultados

Contrario a lo que algunos podrían suponer, una mayor dotación de dispositivos y herramientas digitales en los centros educativos no se traduce necesariamente en un aumento del nivel competencial del alumnado ni en una disminución de la repetición de curso. Los investigadores concluyen que, sin una regulación adecuada, la simple presencia de tecnología no garantiza mejoras académicas.

Por ello, se subraya la importancia de acompañar la disponibilidad de recursos digitales con normativas claras sobre su uso. Según los autores, los centros con altos niveles de equipamiento tecnológico deberían establecer reglas específicas que regulen cómo y cuándo los estudiantes pueden utilizarlos. De esta manera, se podría alcanzar un equilibrio entre la disponibilidad de las TIC y su empleo efectivo para el aprendizaje, minimizando los efectos negativos y potenciando los beneficios.

Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que un uso de Internet excesivo puede interferir directamente en el proceso educativo. Al destinar gran parte del tiempo a actividades digitales, los estudiantes reducen el tiempo que deberían dedicar al estudio y al desarrollo de hábitos académicos saludables. Este consumo indiscriminado de tecnología puede repercutir negativamente en su éxito académico futuro, afectando tanto a sus competencias como a su progreso en la escuela.

Los investigadores advierten que el problema no se limita a la cantidad de horas frente a la pantalla, sino también a la calidad de los hábitos adoptados. El uso de Internet generalizado de recursos digitales sin orientación puede fomentar prácticas de estudio poco efectivas, que resultan perjudiciales a largo plazo.

La importancia de la orientación familiar y educativa

Frente a estos desafíos, los autores hacen un llamado a padres, tutores y educadores. Señalan la necesidad de proporcionar orientación constante y establecer límites claros sobre el uso de Internet, tanto en cuanto a los contenidos como a la frecuencia de empleo. Esto es especialmente relevante considerando que los usuarios medios de dispositivos móviles y otros aparatos digitales son cada vez más jóvenes.

Además, recomiendan que los familiares y docentes utilicen herramientas de control de acceso y software especializado que permitan filtrar contenidos inapropiados y fomentar un uso responsable de la red. Este enfoque no busca restringir la tecnología, sino garantizar que su utilización contribuya de manera positiva al aprendizaje y al desarrollo personal del alumnado.

Hacia un uso equilibrado de la tecnología

El estudio de la Universidad de Málaga deja claro que Internet y los recursos digitales tienen un papel ambivalente en la educación secundaria: pueden ser una herramienta poderosa si se usan con fines académicos, pero también representan un riesgo si se emplean de manera indiscriminada.

La clave, según los expertos, reside en la combinación de disponibilidad tecnológica, regulación en los centros y supervisión familiar, para que los estudiantes hagan un uso de Internet adecuado y aprendan a aprovechar las oportunidades de la era digital sin comprometer su rendimiento académico.

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