Cómo hacer deporte en verano sin quedarte en el intento

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13/06/2025 - 16:30
Consejos para hacer deporte en verano

Lectura fácil

El verano no es una excusa para dejar de moverse, sino una oportunidad para redescubrir cómo cuidarte. Con algunas adaptaciones, entrenar con calor puede ser seguro, motivador y hasta más placentero.

Deporte en los meses de calor: cómo seguir entrenando sin poner en riesgo tu salud

El verano es una de las estaciones más atractivas para retomar o reforzar la actividad física. Los días largos, el clima más amable y la sensación de tener más tiempo libre motivan a muchas personas a moverse más. Sin embargo, también es una época en la que el calor puede jugar en contra, haciendo que el ejercicio suponga un riesgo si no se toman ciertas precauciones.

Por eso, más que abandonar los entrenamientos, lo ideal es adaptar nuestra rutina a las condiciones veraniegas. El objetivo no es rendir más, sino cuidar el cuerpo, mantenerse activo y, sobre todo, disfrutar del movimiento.

Ajusta tu horario: las mejores horas para entrenar

Uno de los aspectos clave es elegir el momento del día adecuado. Por eso, hacer ejercicio al mediodía, cuando el sol está en su punto más alto, puede ser contraproducente e incluso peligroso. Las primeras horas de la mañana o el atardecer son las mejores opciones. No solo por la temperatura más baja, sino también porque el cuerpo está menos expuesto al estrés térmico, lo que favorece un mejor rendimiento y menor riesgo de deshidratación.

Planificar los entrenamientos en estos horarios también ayuda a establecer una rutina que se pueda mantener durante las vacaciones, sin que el calor se convierta en una excusa.

Entrena en espacios cerrados y bien ventilados

Si el calor exterior es excesivo, entrenar en interiores puede ser una solución efectiva. Gimnasios, centros deportivos o incluso el salón de casa, con una buena ventilación o aire acondicionado, permiten mantener el hábito sin sufrir las consecuencias del calor.

Además, muchos centros ofrecen clases dirigidas adaptadas a todos los niveles, lo que facilita mantenerse motivado y acompañado, incluso en los días más calurosos.

Hidratación y control del esfuerzo

Durante el verano, la hidratación no es opcional, por eso, beber agua antes, durante y después de cada sesión es fundamental. En actividades de alta intensidad o duración, puede ser útil añadir bebidas con electrolitos que ayuden a reponer lo que se pierde con el sudor.

Por otro lado, es importante ajustar la intensidad. Esta no es la época del año para batir marcas personales, sino para mantenerse activo sin exigirse al máximo. Reducir el volumen de entrenamiento, incluir descansos más frecuentes y optar por ejercicios de movilidad o fuerza moderada puede marcar la diferencia entre un verano saludable y uno con lesiones o agotamiento

Disciplinas que encajan con el verano

Actividades como el yoga, el pilates o el entrenamiento funcional han ganado popularidad durante los meses de calor. Estas disciplinas trabajan cuerpo y mente, se adaptan a diferentes niveles de exigencia y pueden practicarse tanto en interiores como en exteriores, siempre que se elijan momentos frescos del día.

Un enfoque más consciente del ejercicio

El verano también es una oportunidad para cambiar la mirada sobre el deporte. En lugar de centrarse en metas estrictas, muchas personas aprovechan para reconectar con su bienestar, experimentar con nuevas formas de moverse y poner en valor el placer de estar activos.

Con pequeños cambios, entrenar en verano no solo es posible, sino recomendable. Escuchar al cuerpo, adaptarse al entorno y priorizar la salud frente al rendimiento es la clave para disfrutar del ejercicio durante todo el año.

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