Con el aumento de las temperaturas en verano, el golpe de calor se convierte en un riesgo serio para la salud. Afecta especialmente a personas mayores, niños, embarazadas y trabajadores expuestos al sol.
En verano, el sol, el calor, el cloro y el aire seco pueden causar sequedad ocular. Para cuidar tus ojos, bebe agua, usa gafas de sol, descansa la vista y evita el aire directo en la cara.
La llegada del verano y, como consecuencia, de las altas temperaturas favorece la proliferación de bacterias en los alimentos, lo que hace que estos se estropeen más rápidamente.
La natación es un deporte ideal para el verano que ayuda a mejorar tu cuerpo sin afectar tus articulaciones. Con pocas sesiones semanales, puedes quemar grasa, tonificar músculos y reducir el estrés.
Expertos en finanzas y viajes explican cómo reducir gastos sin renunciar a unas vacaciones de calidad. Planificación anticipada, comparación de precios y flexibilidad en fechas son algunas de las claves.