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En un contexto de cambios económicos, subidas de tipos de interés y precios de vivienda al alza, la gran pregunta para miles de personas en España sigue siendo la misma: ¿es mejor comprar o alquilar una casa? La respuesta depende de muchos factores, desde la estabilidad laboral hasta el estilo de vida y los objetivos personales o familiares.
Aunque tradicionalmente en España ha predominado la cultura de la propiedad, el alquiler ha ido ganando terreno, sobre todo entre jóvenes, quienes muchas veces no pueden acceder a una hipoteca o prefieren mayor flexibilidad.
En el primer trimestre del año los pisos nuevos y usados en venta se han encarecido un 7,5 % interanual, según Tinsa. El alquiler ha crecido un 10,3 % durante los últimos 12 meses, de acuerdo con Idealista.
Ambas modalidades cortan la respiración. El porcentaje de salario que se destina al alquiler o los años de sueldo íntegro para comprar una vivienda crecen cada año. Fotocasa e Infojobs adelantan los datos de 2024: los españoles han tenido que destinar siete años de salario íntegro para comprarse una vivienda, el dato más alto de la serie histórica, y para el pago del alquiler han dedicado el 47 % de su salario mensual, también la cifra más alta. Arrendar una habitación se lleva el 23 % del salario mensual.
En ninguno de los dos mercados la oferta es boyante, pero en el caso del alquiler es raquítica, asfixiante. Los aspirantes ven cómo sus esperanzas se desvanecen según pasan los días. Apenas hay oferta de pisos en las grandes ciudades españolas y el mercado de casas a precios razonables se extinguió hace tiempo. Cada vez hay más ciudadanos que, ante este escenario y aunque no estuviera en sus planes, se plantean si es más económico comprar que alquilar, sobre todo en un momento en el que las hipotecas están baratas y los avales del ICO —para jóvenes de hasta 35 años y familias con menores a cargo— cubren el 20 % que se necesita como entrada.
Varios economistas y expertos en finanzas y vivienda han hecho este ejercicio y coinciden en que, en términos generales, sale más a cuenta adquirir un piso que arrendarlo si se dispone de un ahorro previo. Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universitat de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas, toma como referencia una casa en Valencia, con un precio de compra de 200.000 euros y un alquiler de 1.100 euros al mes, una tipología que se puede encontrar en barrios como Patraix o Benimaclet. La hipoteca de 160.000 euros a 30 años al 3 % fijo supone una cuota mensual de 675 euros, teniendo en cuenta que se necesitan ahorros de unos 64.000 euros (20 % de entrada más 10 % en impuestos y gastos).
Ventajas y desventajas de comprar una vivienda
Comprar una vivienda puede ser una buena inversión a largo plazo. Entre sus principales ventajas destacan:
- Generar patrimonio propio
- Estabilidad y seguridad (especialmente para familias)
- Posible revalorización del inmueble
- Libertad para hacer reformas o personalizar la casa
Sin embargo, también conlleva compromisos importantes:
- Gastos iniciales elevados (entrada, notaría, impuestos, etc.)
- Vinculación a largo plazo con una hipoteca
- Riesgos ante posibles bajadas del mercado inmobiliario
Además, el acceso a una vivienda en propiedad puede ser difícil para personas jóvenes o con ingresos inestables, lo que hace que muchos opten por esperar o buscar otras opciones.
El alquiler: flexibilidad frente a propiedad
Alquilar puede resultar una opción más accesible y adaptada a los tiempos actuales. Entre sus puntos fuertes encontramos:
- Menor inversión inicial
- Flexibilidad para cambiar de casa según necesidades
- Menor responsabilidad ante reparaciones estructurales o gastos comunitarios
No obstante, el alquiler también tiene sus inconvenientes:
- No se genera patrimonio
- Subidas imprevisibles de precio
- Inestabilidad a medio-largo plazo si no se renuevan contratos
Por tanto, la mejor opción dependerá de la situación vital, laboral y financiera de cada persona. Comprar puede ser más rentable a largo plazo si se tiene estabilidad y capacidad de ahorro. Alquilar, por otro lado, es ideal para quienes priorizan la movilidad o no quieren asumir grandes compromisos.
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