El hambre obliga a miles de niños desplazados a dejar la escuela y buscar comida

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30/06/2025 - 15:00
Niño con desnutrición infantil

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Con motivo del Día Mundial del Refugiado, la organización humanitaria World Vision ha publicado un alarmante informe que denuncia las consecuencias catastróficas de los recortes en la financiación de la ayuda contra el hambre sobre millones de personas desplazadas por crisis en 13 países.

El estudio, titulado “Hunger, Harm, and Hard Choices” (Hambre, perjuicios y decisiones difíciles), revela un aumento dramático del hambre, el trabajo infantil, los matrimonios forzados, el abandono escolar y la trata de menores, especialmente entre quienes ya han sido obligados a huir de sus hogares y dependen cada vez más de una ayuda internacional que se está reduciendo de forma crítica.

El hambre severa golpea a familias desplazadas por los recortes en ayuda humanitaria

Entre enero y abril de 2025, World Vision encuestó a más de 5.000 hogares de refugiados, desplazados internos y familias de acogida. El 58 % de los encuestados reportó sufrir hambre severa, y casi la mitad reconoció haber pasado días enteros sin probar alimento.

Los datos son especialmente alarmantes en países como Sudán del Sur, donde el 97 % de las familias señaló que algún miembro del hogar pasó al menos un día y una noche sin comer en el último mes. En Etiopía y la República Democrática del Congo, esta cifra alcanzó el 89 %. Según el informe, las familias que han sufrido recortes en sus raciones alimentarias tienen cinco veces más probabilidades de enfrentar inseguridad alimentaria extrema.

“Se trata de una catástrofe humanitaria que se oculta a plena vista”, advirtió Amanda Rives, directora sénior de Gestión de Desastres de World Vision. “Son familias que lo han perdido todo a causa de conflictos o desastres. Ahora les estamos quitando lo único que les quedaba: la ayuda alimentaria que les salva la vida. Es inconcebible”.

El informe de World Vision hace un llamado urgente a la comunidad internacional para restaurar la financiación humanitaria y evitar que millones de niños y niñas paguen el precio del olvido.

Hambre que arrebata la infancia

Las consecuencias son devastadoras y se sienten de inmediato. Las familias han reportado que la falta de alimentos está obligando a muchos niños y niñas a dejar la escuela y a enfrentarse a situaciones de explotación. Muchos menores se ven forzados a trabajar, pedir limosna o incluso casarse a edades muy tempranas para contribuir a la supervivencia de sus hogares. Una madre en un campo de refugiados en Uganda contó: “Mi hija soñaba con ser maestra. Ahora pasa el día buscando objetos que pueda vender en el mercado. Solo tiene 12 años”.

Según los hallazgos de World Vision, los niños que viven en hogares con escasez de alimentos tienen ocho veces más posibilidades de caer en el trabajo infantil y casi seis veces más probabilidades de contraer matrimonio prematuro. El riesgo de que terminen mendigando se multiplica por nueve, y la exposición a la violencia aumenta casi cinco veces.

El impacto emocional es profundo

Además, el impacto emocional es enorme: el 38 % de las familias señalan un incremento en los niveles de ansiedad, depresión y cambios en el comportamiento de sus hijos. Casi la mitad de los padres también indicaron que sus hijos han dejado de asistir regularmente a la escuela porque deben contribuir buscando alimento o generando ingresos.

“Esto no es solo una crisis alimentaria”, afirma Rives. “Estamos presenciando cómo se desmorona la infancia. Niños y niñas están siendo empujados a abandonar sus estudios, asumir trabajos peligrosos, casarse prematuramente y vivir situaciones de abuso, simplemente porque no tienen qué comer. Un menor con hambre no puede aprender. Un niño que trabaja para mantener a su familia no puede desarrollarse plenamente. Y una niña obligada a casarse a los 13 años pierde su futuro antes de comenzar a vivirlo”.

Llamado a la acción internacional

Rives hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe de inmediato, restablezca la ayuda humanitaria y priorice a las poblaciones desplazadas en sus intervenciones. “Estas familias no piden caridad, sino justicia. Requieren apoyo firme, constante y respetuoso, que reconozca su dignidad. No podemos seguir administrando la compasión como si fuera un recurso limitado”.

World Vision exhorta a los gobiernos y donantes a incrementar los fondos destinados a la asistencia humanitaria, especialmente en contextos de desplazamiento forzado, y a invertir en soluciones sostenibles que fortalezcan la resiliencia de las comunidades y garanticen un futuro digno para sus hijos.

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