Sarah Voss y otras dos gimnastas alemanas participaron en el Campeonato Europeo con trajes de cuerpo entero para protestar frente a la sexualización de la mujer en esta disciplina deportiva.
La normalización de la prostitución y las relaciones basadas en la concepción de la mujer como un objeto, constituye una amenaza en la lucha por la igualdad y contra la violencia.
Llevan luchando toda la vida con las opiniones de hombres que no confiaban en ellas: "Dicen que es un juego de hombres, que las mujeres tienen que estar en casa".