La ONU lanza una serie de recomendaciones frente al coronavirus

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20/04/2020 - 13:52
La ONU lanza una serie de recomendaciones frente al coronavirus.

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El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) de la ONU ha publicado dos documentos muy relevantes sobre cómo enfrentar la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de los derechos humanos.

Las recomendaciones de la ONU frente al coronavirus

La Organización de Naciones Unidas ha publicado en su página web dos documentos importantes para afrontar la crisis del coronavirus en clave de derechos humanos. Por un lado, ha publicado una declaración corta y específica sobre el tema y por el otro, su Observación General No 25 sobre “ciencia y derechos económicos, sociales y culturales”, que toca muchos otros temas, pero adquiere una particular relevancia en el contexto de esta crisis.

Los documentos son importantes por su contenido y por las recomendaciones concretas que formulan, que son razonables y relevantes, y también por su autoridad jurídica.

Las 5 recomendaciones principales

  1. Los Estados tienen el deber de desarrollar, hasta donde sea posible, la lucha contra el coronavirus con base en la mejor evidencia científica disponible. La razón es que todas las personas tienen el derecho humano a gozar de los beneficios del desarrollo científico y sus aplicaciones (art 27 de la Declaración Universal) y, como lo señala la Observación General No 25, uno de los beneficios esenciales de la ciencia es que las políticas públicas  estén basados en sólida evidencia científica.
  2. Aunque ciertas restricciones severas de derechos y ciertas medidas de excepción pueden ser necesarias y legítimas, los Estados no pueden abusar de los poderes de emergencia. Las restricciones no pueden entonces ser abusivas ni caprichosas, sino que deben estar empíricamente bien fundadas, ser estrictamente proporcionadas al combate a la pandemia y mantenerse solamente por el tiempo necesario requerido. 
  3. Esta crisis ha mostrado la importancia de defender la interdependencia e indivisibilidad de todos los derechos humanos, esto es, que para que las democracias subsistan y la dignidad humana sea adecuadamente protegida es tan importante el goce de los derechos civiles y políticos como el de los derechos económicos, sociales y culturales, sin que puedan establecerse jerarquías entre las distintas categorías de derechos. 
  4. La organización recomienda que el enfrentamiento de COVID-19 asuma una visión holística, que permita una protección adecuada de todos los derechos humanos. Sería catastrófico que con el argumento de la protección de la salud termináramos sacrificando las libertades civiles y políticas.
  5. El CDESC resaltó que en estos contextos difíciles, la preservación de la independencia judicial y del acceso de las personas a protecciones judiciales efectivas por la eventual vulneración de sus derechos, que es en sí mismo un derecho  humanos (ver artículos 8 y 10 de la Declaración Universal), no es un lujo innecesario sino que adquiere una importancia mayor, precisamente por cuanto hay mayores riesgos de violación de esos derechos. 
  6. Otra recomendación tiene que ver con la importancia de la transparencia y de la información en el contexto de la lucha contra Covid-19. Los Estados deben divulgar toda la información relevante sobre la evolución de la pandemia y sobre sus decisiones y deben hacerlo en formatos accesibles especialmente para las poblaciones más vulnerables. 

Los principios de igualdad y no discriminación

Hay otras recomendaciones tienen que ver con la importancia de los principios de igualdad y de no discriminación frente al virus. Si el coronavirus puede infectar a cualquier persona, no es cierto que la pandemia sea igualitaria pues afecta en forma desproporcionada a las personas pobres y en situación de vulnerabilidad, con lo cual COVID-19 visibiliza y agudiza las desigualdades existentes

Las personas son más vulnerables cuando tienen más dificultad prevenir el contagio porque les es más difícil tomar las medidas preventivas. No se puede aplicar el aislamiento social si viven hacinados o no se pueden lavar las manos si no tienes medios para hacerlo. Las personas que padecen patologías previas están más en riesgo de sufrir la enfermedad si son infectadas. El impacto social de las medidas de aislamiento es mayor proporcionalmente sobre estas personas ya que verán brutalmente reducidos sus ingresos, lo cual afecta su mínimo vital y su derecho a un nivel de vida adecuado. 

A partir de estos principios de igualdad y no discriminación, la ONU formula tres recomendaciones

  1. Destaca que los Estados deben hacer esfuerzos financieros extraordinarios para combatir la pandemia, pues deben realizar el derecho a la salud hasta el máximo de sus recursos disponibles. Sin embargo, la obtención de los nuevos recursos requeridos para enfrentar COVID-19 tiene que ser equitativa y no puede recaer sobre los sectores más vulnerables, que son los que más han sufrido con esta pandemia y con las medidas tomadas para combatirla. 
  2. Destaca además que los Estados tienen el deber de tomar medidas especiales a favor de las poblaciones pobres y vulnerables, que sufren especialmente por esta pandemia, como los pobladores de la calle, los trabajadores informales, las poblaciones rurales, las personas privadas de la libertad, o las personas con discapacidad, entre otras.  
  3. También enfatiza la importancia de que las políticas para enfrentar el virus tengan enfoques diferenciales para tomar en cuenta el impacto diverso que la pandemia y las propias medidas tomadas puedan tener sobre ciertas poblaciones tradicionalmente discriminadas como las mujeres, la población LGBT, las personas con discapacidades, los migrantes o los grupos étnicos.

Especial atención a ciertos derechos sociales durante el coronavirus

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales destaca además que en esta crisis ciertos derechos sociales requieren especial atención, por lo cual formuló recomendaciones específicas frente a tres derechos.

  • Como es obvio, la protección a la salud es central. Insiste en que el fortalecimiento de los sistemas de salud públicos se torna esencial, sobre todo en aquellos países en donde estos habían sido debilitados, debido a las políticas de austeridad adoptadas a partir de la crisis financiera de 2008. 
  • Ligado a lo anterior, el organismo destaca la importancia de proteger el derecho al trabajo, por lo cual recomienda a los Estados que adopten las regulaciones necesarias para que los empleados sean protegidos contra los riesgos de contagio en sus lugares de trabajo y para que no sean sancionados cuando se nieguen a trabajar sin dichas protecciones. 
  • También destaca los desafíos especiales que esta pandemia implica para el derecho a la educación, por cuanto la mayor parte de los centros educativos, tanto de educación básica como superior, han tenido que suspender las clases presenciales y pasar atropelladamente a formas de educación virtual, para prevenir el contagio. 

La importancia de la cooperación internacional

El organismo resalta la importancia de la cooperación internacional frente a la pandemia. El virus y otros patógenos semejantes no respetan fronteras y pueden plantear amenazas transnacionales e incluso globales. Las respuestas nacionales fragmentadas son por eso no solo insuficientes sino incluso, a veces, contraproducentes, según la ONU.

Por otro lado, y tal vez más relevante, el organismo hace referencia a las llamadas obligaciones extraterritoriales de los Estados frente a la enfermedad. Las obligaciones extraterritoriales, que han sido sintetizadas doctrinariamente en los llamados Principios de Maastricht, hacen referencia a las acciones u omisiones que los Estados tienen la obligación de efectuar debido a sus impactos negativos o positivos sobre el goce de los derechos humanos en otros Estados. 

La cooperación en el campo científico

Naciones Unidas puso en ambos documentos un énfasis particular en la cooperación en el campo científico, que podría evitar que brotes epidémicos locales se conviertan en pandemias devastadoras frente a las cuales el mundo esté mal preparado, como sucedió con el coronavirus. 

La última recomendación del CDESC señala la posibilidad de ver a esta dura crisis desencadenada por el Covid-19 no solamente como una amenaza a los derechos humanos, sino también una oportunidad para un futuro mejor para los mismos.

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