El 52 % de los españoles nunca se ha revisado la audición

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22/12/2025 - 11:03
Plaza de un pueblo con Audika en su campaña para mejorar la audición

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Vivimos en una sociedad cada vez más preocupada por el bienestar y la prevención. Nos realizamos análisis de sangre anuales, revisamos nuestra vista y acudimos al dentista con cierta regularidad. Sin embargo, hay un sentido fundamental que sistemáticamente ignoramos hasta que el problema es evidente: el oído. Según los datos recabados durante el tour "Cuida tu salud auditiva" organizado por la compañía Audika, el 52 % de los españoles nunca se ha realizado un examen de audición.

Esta cifra pone de manifiesto una paradoja preocupante. La ciudadanía es consciente de la teoría, pero falla en la práctica. Nueve de cada diez encuestados reconocen que el envejecimiento aumenta el riesgo de pérdida auditiva, pero esa consciencia no se traduce en visitas al especialista. La salud auditiva sigue siendo, en palabras de los expertos, "la gran olvidada" de los chequeos preventivos, una negligencia que puede tener consecuencias que van mucho más allá de simplemente subir el volumen de la televisión.

La brecha entre el conocimiento y la acción

El estudio de Audika revela una desconexión profunda entre lo que los españoles saben y lo que hacen. Aunque el 90 % de la población entiende que cumplir años conlleva un desgaste natural de la capacidad auditiva, la inacción es la norma. Solo un exiguo 24 % de los encuestados afirma realizarse revisiones de audición de forma anual, y un 15 % lo hace cada dos o tres años. El resto, la inmensa mayoría, espera a que aparezcan síntomas graves o directamente nunca acude a una consulta.

Ana Soto, portavoz de Audika España, explica que el deterioro auditivo no es solo una cuestión de aislamiento social, sino que tiene un impacto directo en la salud mental y cerebral. "La audición suele ser la gran olvidada en las revisiones de salud, a pesar de que su deterioro puede tener impacto negativo en la calidad de vida y en funciones cognitivas como la memoria o el lenguaje", señala.

De hecho, el 68 % de los participantes en el estudio afirmó conocer la relación entre la pérdida de audición y el deterioro cognitivo. Sin embargo, saberlo no parece ser suficiente incentivo. Un 43 % de los encuestados considera que falta información clara y accesible que favorezca la detección temprana, lo que sugiere que las campañas de concienciación deben intensificarse para romper la barrera de la inercia.

Ellas previenen, ellos posponen: la diferencia de género

Uno de los hallazgos más llamativos del análisis de Audika es la clara diferencia de comportamiento entre hombres y mujeres. La prevención auditiva parece tener rostro femenino. Los datos son contundentes: el 64 % de las pruebas realizadas durante el tour correspondieron a mujeres, frente a solo un 36 % de hombres.

Esta disparidad no es casual. Refleja una tendencia sociológica más amplia en la que las mujeres suelen asumir un rol más activo en el autocuidado y la gestión de la salud familiar. Según el informe, ellas no solo se revisan más, sino que muestran mayor interés en informarse sobre cómo cuidar sus oídos. Por el contrario, el sector masculino tiende a la procrastinación sanitaria, posponiendo las pruebas incluso cuando ya han detectado síntomas leves de pérdida auditiva.

Romper este estigma masculino de "aguantar hasta que no haya remedio" es uno de los retos del sector. La pérdida auditiva no entiende de géneros, y la detección tardía en los hombres complica las soluciones y acelera el aislamiento comunicativo que a menudo acompaña a la sordera en la vejez.

Escuchar bien a cualquier edad

Existe el falso mito de que revisar la audición es algo exclusivo de la tercera edad. Si bien es cierto que el grueso de los participantes en el tour (un 54 %) superaba los 65 años, los expertos insisten en que el cuidado debe comenzar mucho antes. Un 17 % de los participantes tenía entre 35 y 54 años, una franja de edad crítica donde la detección precoz puede frenar procesos degenerativos.

Iniciativas como el tour de Audika, que ha recorrido ciudades como Madrid, Cádiz y Zaragoza, demuestran que cuando se facilita el acceso a las pruebas, la gente responde. El 89 % de quienes se sometieron al test reconocieron que, tras la experiencia, son mucho más conscientes de la importancia de su audición. Esto valida la necesidad de sacar la salud auditiva de las clínicas y llevarla a la calle, normalizando las audiometrías como parte rutinaria de un envejecimiento activo y saludable. Escuchar bien es fundamental para mantener la conexión con el entorno, y esperar a no oír para revisarse es llegar demasiado tarde.

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