Niñas con autismo y discapacidad intelectual presentan mayor riesgo de exclusión social, según un estudio

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09/01/2020 - 13:55
Las niñas con autismo y discapacidad intelectual presentan especial riesgo de exclusión social.

Lectura fácil

Las niñas con autismo y discapacidad intelectual presentan especial riesgo de exclusión social, tal y como se desprende de dos artículos publicados por el Grupo de Investigación Reconocido sobre Discapacidad (GID) de la Universidad de Oviedo.

Los estudios realizados por el equipo investigador arrojan luz sobre la calidad de vida de los jóvenes con discapacidad intelectual en función de si tienen o no Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), teniendo presentes variables como el nivel de necesidades de apoyo y el género.

Investigación pública

Estos trabajos, publicados en la revista "Journal of Autism and Developmental Disorders", se han realizado en el marco de un proyecto de investigación liderado por Laura Gómez, profesora titular del Departamento de Psicología. Con financiación del Ministerio de Economía y Empresa y forman parte de la tesis doctoral de Lucía Morán, financiada por la Consejería de Educación del Principado Asturias.

La finalidad del primer estudio consistió en analizar si las y los niños y jóvenes con diagnóstico de TEA y discapacidad intelectual muestran peor calidad de vida que aquellos que tienen solo discapacidad intelectual. Para ello, se evaluó la calidad de vida de 1.060 participantes con discapacidad intelectual de entre 4 y 21 años, de los cuales el 26 % también presentaba autismo.

Diversos factores

Según refleja la Universidad, los resultados parecen asociar con peores resultados en calidad de vida el hecho de tener un diagnóstico de TEA, género femenino, un nivel de discapacidad intelectual severo o profundo y un nivel de necesidades de apoyos más intenso. Para el equipo investigador, estos datos "deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar planificaciones centradas en la persona y proveer apoyos individualizados adecuados".

Además, "resultan relevantes para las organizaciones que desarrollan intervenciones dirigidas a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, así como para el desarrollo e implementación de políticas públicas relacionadas con la discapacidad en las que también deberían tenerse en consideración aspectos relacionados con el género".

Diferencias entre niños y niñas

De hecho, a raíz de las diferencias observadas en los resultados del estudio anterior relacionadas con el género, se realizó la segunda investigación con el objetivo de indagar en los peores resultados en inclusión social de las niñas en comparación con los obtenidos por los niños.

Para ello, se estudió una muestra de 420 participantes con TEA y discapacidad intelectual de entre 4 y 21 años. En ella se volvió a constatar que las niñas obtienen peores resultados en casi todos los aspectos evaluados de inclusión social. Por ejemplo, participan menos en actividades inclusivas, realizan menos actividades de ocio en la comunidad, disfrutan con menor frecuencia de vacaciones en entornos inclusivos, incluso tras controlar la influencia de la edad y el nivel de discapacidad intelectual.

Objetivo: inclusión

Los hallazgos de este segundo artículo corroboran la necesidad de revisar las prácticas dirigidas a mejorar la inclusión social de las niñas con TEA y discapacidad intelectual desde una perspectiva de género, con el fin de garantizarles las mismas oportunidades de inclusión y participación social que tiene el resto de la ciudadanía.

Adansi

“El autismo es un problema que le va a explotar en la cara a los políticos y a toda la sociedad. Esto aumenta; no se sabe por qué, pero sí se sabe que hay que atenderlo sin dilación y eso sí se puede hacer. Y todos miran para otro lado”. Así de categórica es Carmen de la Rosa, presidenta de Adansi, la asociación de familias de personas con autismo de Gijón.

Adansi es una de las 77 entidades que se agrupan en la Confederación Autismo España. Desde esta, se estima que hay 450.000 personas en el país con Trastorno del Espectro Autista (TEA), 83.000 de ellas menores de edad, y se contabilizan en 4.200 los nacimientos al año de pequeños afectados. Incluyendo familiares, un millón y medio de personas están vinculadas al trastorno.

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