Greenpeace advierte: “Sobran cerdos en España”. La producción porcina bajo la lupa

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
12/07/2025 - 10:00
La producción porcina en España se va de las manos

Lectura fácil

Greenpeace lanzó un contundente informe en el que pone el foco en la producción porcina de España y advierte que el número de cerdos en el país excede con creces los límites de sostenibilidad. Según la organización, “sobran cerdos en España” y el modelo vigente de ganadería intensiva ha llegado a un punto crítico tanto para el medio ambiente como para el futuro del sector ganadero. Por eso, Greenpeace propone llevar a cabo una reducción del 88% en el número de cerdos hacia el año 2050, con el objetivo de llevar a la práctica una transición hacia un modelo más sostenible, más justo y más respetuoso tanto con el medio ambiente como con los animales.

Actualmente, el censo porcino en España asciende a 34.565.283 animales, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según el informe de Greenpeace, esta enorme concentración de animales genera cada año el equivalente a 29.007 piscinas olímpicas de purines, que suman un total de 97.900 millones de litros de desechos. La gestión de esos purines tiene consecuencias muy relevantes tanto en el calentamiento global, porque emiten metano y óxido nitroso, como en el deterioro de los recursos hídricos, debido a que los nitratos presentes en ellos están detrás de la principal fuente de contaminación del agua en España, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

En la actualidad, más de la mitad de la carne producida en España proviene de la producción porcina y el 60 % se destina a la exportación, lo que ha llevado al país a consolidarse como el primer exportador a nivel mundial y el cuarto productor, detrás de potencias como China, Estados Unidos y Brasil.

La urgencia de una transición justa se desbarata por la producción porcina

Este auge de la ganadería producción porcina se ha acelerado de forma vertiginosa en las últimas décadas: el sacrificio de cerdos aumentó casi un 2.000 % desde los años sesenta del siglo pasado, muy por encima de otras especies ganaderas, mientras que el número de macrogranjas se incrementó un 144 % tan solo entre 2013 y 2023, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes.

“Las macrogranjas de cerdos son las centrales térmicas de carbón del sector alimentario”, afirmó Luís Ferreirim, responsable de la campaña de ganadería de Greenpeace en España, subrayando que “la dependencia de insumos del extranjero, la ingente contaminación que generan y el maltrato hacia los animales muestran que ese modelo no tiene cabida en un futuro más sostenible”.

Según Ferreirim, “Greenpeace no pide que se termine con toda la ganadería y la producción porcina, sino que se termine con la ganadería industrial y que el consumo de productos animales esté sujeto a las recomendaciones científicas más rigurosas”.

Este cambio de paradigma implica el cierre gradual de las macrogranjas y el fomento de una ganadería extensiva de base agroecológica, que permitirá duplicar el empleo en el sector ganadero, a excepción de la producción porcina, que se reduciría en un 70 %.

Según el análisis de Greenpeace, si el modelo vigente continúa sin modificaciones, el sector ganadero aumentará en un 20 % sus emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2050, principalmente debido a que aumentará aún más la importación de piensos.

Reducción de impactos medioambientales

De llevarse a la práctica esta transición, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían descender hasta un 80 % hacia mitad de siglo, y la contaminación del agua por nitratos se reduciría en un 57 %. Esto se lograría tanto por la caída en el número de animales como por el descenso en el uso de fertilizantes sintéticos, muy presentes en el modelo vigente.

Greenpeace enfatiza que la producción porcina es el sector más problemático debido a sus impactos inasumibles y a que tiene una importante capacidad de arrastre en el resto de la ganadería. Según Ferreirim, “nos enfrentamos al cuarto poder económico en España, pero ha llegado el momento de frenar esta trituradora del medio ambiente”.

Por eso, Greenpeace exige que no se concedan nuevos permisos para macrogranjas ni para ampliar las ya existentes, además de que se elabore un Plan Estratégico de Ganadería que fije cuánta carga ganadera puede tener cada territorio.

La organización también anima a llevar una “dieta de salud planetaria”, aumentando el consumo de legumbres, cereales y otros alimentos de origen vegetal en detrimento de la carne, los huevos o el pescado.

Añadir nuevo comentario