¿Qué es la autofagia y qué tiene que ver con el ayuno intermitente?

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24/07/2022 - 10:00
Autofagia y su relación con el ayuno intermitente

Lectura fácil

Con la llegada del verano, muchos buscamos ponernos en forma de manera rápida y fácil. Con esto, nos vemos ante el riesgo de caer en 'dietas milagro' que en el mejor de los casos no tendrá ningún efecto en nosotros, y en el peor, nos traerán trastornos en nuestra dieta haciéndonos aumentar de peso, generando desequilibrios en los nutrientes que ingerimos o incluso alterando nuestro metabolismo. Aunque ahora resuena el método de la 'autofagia' como una forma de perder peso, es importante que primero comprendamos en qué consiste para no equivocarnos.

¿Qué es la autofagia?

Seguramente ya hayas visto y escuchado esta palabra antes. Pero, ¿en qué consiste específicamente? Según la definición ofrecida por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), la autofagia es el "proceso por el que la célula descompone y destruye proteínas viejas, dañadas o anormales, y otras sustancias en su citoplasma (líquido en el interior de la célula)", es decir, algo así como un reciclado de células. La definición añade que: "Los productos de la descomposición se reciclan para funciones celulares importantes, en especial durante períodos de estrés o ayuno". Aquí es donde entra en juego el ayuno intermitente, pero ya llegaremos.

"La autofagia también ayuda a destruir virus y bacterias que causan infección y quizás impida que las células normales se vuelvan cancerosas". Esto último es uno de los principales beneficios para nuestro cuerpo, más que el perder peso o cualquier otra función. Sin lugar a dudas, parece un proceso más que deseable para mantenernos sanos durante más tiempo, así que, ¿Cómo conseguimos generala en nuestro organismo? Como hemos visto en la definición, ocurre en dos periodos concretos: cuando estamos sometidos a estrés y durante el ayuno.

El ayuno intermitente como herramienta

Podemos descartar casi desde primera instancia el pasarnos demasiado tiempo sometidos a estrés. Sus consecuencias a medio y largo plazo, son mucho mayores que los que pueda proporcionarnos la autofagia. Ansiedad, depresión, alteración hormonal, riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares … en definitiva. Descartado. Entonces, ¿Qué nos queda? El ayuno. A pesar de que la respuesta a priori sea sencilla, la forma de aplicarlo tiene algunas condiciones.

El ayuno intermitente puede ser muy beneficioso, siempre que se haga bien y de forma moderada. Someter a nuestro cuerpo a un exceso de horas en ayuno o aplicar cambios bruscos, como pasarnos un día entero sin comer y al día siguiente hacer como si nada, tampoco es recomendable. Nuestro cuerpo puede sufrir una subida de estrés e incluso podemos desequilibrar nuestro sistema. Además, la autofagia no es un proceso que se inicie automáticamente, necesita de un periodo para ponerse en marcha.

Por estos motivos, si quieres empezar con este método, que inevitablemente también te ayudará a perder peso aunque recuerda que no es objetivo principal, puedes introducir una dieta de ayuno intermitente 16/8 que te permita irte adaptando y desencadenando el proceso de la autofagia. Este tipo de ayuno es el más básico y sencillo de aplicar, ya que consiste en pasar 16 horas de ayuno y comer tus calorías necesarias (sin reducirlas) durante 8. No se trata de comer menos, solo de hacerlo durante menos horas. Puedes adelantar un poco tus cenas y atrasar el desayuno o la primera comida del día. Si tienes dudas o algún tipo de enfermedad crónica, primero consulta con tu médico para saber si es recomendable en tu caso.

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