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Si por algo es conocido Madrid en los meses de verano, es por su calor. Muchos lo combaten abandonando la capital, otros instalan aires acondicionados o se alojan en las piscinas públicas. Pero este característico efecto isla de calor se puede combatir desde el urbanismo. Y, llega al Pleno de Cibeles un plan especial que tiene como objetivo combatir dicho efecto: fomentar la instalación de cubiertas verdes en las azoteas de los edificios a cambio de aumentar la edificabilidad de los mismos para poder instalar trasteros, cuartos de bicis… El temor a las altas temperaturas y las ganas de paliarlas harán que la estrategia se apruebe por unanimidad con el apoyo de todos los grupos municipales.
"Buscamos favorecer la convivencia entre vecinos, reverdecer la ciudad y conseguir mitigar el efecto isla de calor", explicaba el delegado de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, en la presentación de la iniciativa. El delegado explicó que, en la actualidad, Madrid cuenta con 124.574 edificios, pero solo 100 de ellos ya tienen una azotea verde. Y que esta estrategia de ofrecer más edificabilidad busca convencer a los propietarios: "Se necesita su colaboración", aseguraba Carabante. Sin embargo, aunque el proyecto fue bien recibido por la oposición que lo valoran como "una de las pocas iniciativas urbanísticas públicas propuestas en los últimos años", tal y como explica el concejal socialista y miembro de la comisión de Urbanismo, Antonio Giraldo, el PSOE presentó dos alegaciones para acabar de perfeccionarlo.
Madrid apuesta por las azoteas verdes: sostenibilidad desde lo alto
En los últimos años, las ciudades están adoptando soluciones innovadoras para hacer frente al cambio climático. Una de las más llamativas —y efectivas— es la instalación de jardines en los tejados, también conocidos como azoteas verdes.
Madrid, que ya ha comenzado a implementar esta estrategia en edificios municipales, busca extender la práctica a otras construcciones mediante ayudas económicas y asesoramiento técnico.
Azoteas verdes en edificios públicos: ejemplo desde lo institucional
El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha un ambicioso programa para instalar cubiertas vegetales en diversas sedes municipales, como centros culturales, bibliotecas y colegios públicos. Esta iniciativa, enmarcada en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, busca no solo reducir las emisiones de CO₂, sino también mejorar la eficiencia energética de los edificios, disminuir el efecto “isla de calor” urbano y fomentar la biodiversidad.
Entre los beneficios más destacados de estos techos de azoteas verdes se encuentran:
- Aislamiento térmico natural, que reduce el uso del aire acondicionado y calefacción.
- Retención del agua de lluvia, lo que disminuye el riesgo de inundaciones.
- Creación de nuevos espacios verdes para la comunidad y polinizadores.
- Mejora de la calidad del aire mediante la captación de partículas contaminantes.
Ayudas para edificios privados, un Madrid más verde
Además del sector público, el Ayuntamiento ha lanzado una línea de subvenciones para particulares, comunidades de vecinos y empresas que deseen convertir sus azoteas y tejados en espacios sostenibles. Estas ayudas cubren parte de los costes de instalación y se complementan con asesoría técnica gratuita.
El objetivo es extender esta práctica a barrios residenciales y zonas industriales, contribuyendo a que Madrid se convierta en una ciudad más resiliente y habitable. También se promueve el uso de especies autóctonas y de bajo mantenimiento para asegurar la viabilidad de los jardines durante todo el año.
Un paso hacia la sostenibilidad urbana integral
El éxito del programa dependerá de la implicación de los ciudadanos y del sector privado. Por ello, se están desarrollando campañas de sensibilización y talleres vecinales para explicar las ventajas de las azoteas verdes y cómo solicitarlas.
La transformación del paisaje urbano no solo tiene beneficios medioambientales: también mejora la salud mental, reduce el estrés y fomenta el contacto con la naturaleza en contextos densamente urbanizados.
Madrid quiere así seguir el ejemplo de ciudades como París, Copenhague o Toronto, que ya cuentan con políticas exitosas en este sentido.
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