El calor extremo reduce la producción de leche hasta un 10% y sus efectos duran más de 10 días

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10/07/2025 - 18:30
La producción de leche se ve afectada por el calor extremo

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Las altas temperaturas, especialmente cuando se combinan con alta humedad, pueden reducir drásticamente la producción de leche en las vacas, incluso en granjas tecnológicamente avanzadas.

Así lo demuestra un reciente estudio internacional, que revela que un solo día de calor extremo puede provocar una caída de hasta el 10% en la producción de leche, y que sus efectos pueden extenderse durante más de 10 días. A pesar de los esfuerzos de los ganaderos para enfriar a los animales, estas medidas no son suficientes para revertir completamente el impacto.

Un análisis exhaustivo de datos de producción de leche en Israel

El estudio fue llevado a cabo por investigadores de las universidades de Jerusalén, Tel Aviv (Israel) y Chicago (EE. UU.) y se publicó en la revista Science Advances. Utilizó una base de datos sin precedentes: más de 320 millones de registros diarios de producción de leche recopilados durante 12 años en Israel. El país fue elegido por tener un sistema lechero altamente avanzado, considerado representativo de los principales productores de leche a nivel mundial. Además, se encuestó a más de 300 ganaderos para comprender las estrategias de adaptación implementadas.

Uno de los aspectos más relevantes del estudio es la medición del calor en términos de “temperatura de bulbo húmedo”, un indicador que combina temperatura ambiente y humedad para reflejar con mayor precisión el nivel de estrés térmico. Se encontró que cuando esta temperatura supera los 26 °C, las vacas reducen su producción de leche significativamente. Las pérdidas son aún más graves cuando las vacas se encuentran en sus fases más productivas, lo que evidencia la tensión entre productividad y resistencia al calor.

Adaptación tecnológica: avances y límites

A pesar de que prácticamente todas las granjas israelíes encuestadas ya cuentan con sistemas de ventilación y rociadores para mantener frescas a las vacas, estos solo han logrado mitigar alrededor del 50 % de las pérdidas. Esto sugiere que la tecnología de enfriamiento, aunque útil, tiene un efecto limitado frente a olas de calor cada vez más frecuentes e intensas.

“El calor extremo tiene impactos significativos y duraderos en el suministro de leche. Incluso las granjas mejor equipadas podrían no estar preparadas para enfrentar los desafíos del cambio climático”, afirmó Eyal Frank, coautor del estudio y profesor de políticas públicas en la Universidad de Chicago.

Según Ram Fishman, profesor asociado en la Universidad de Tel Aviv, Israel sirve como un “banco de pruebas ideal” debido a su diversidad climática. Aunque el país ya aplica medidas de adaptación tecnológicas avanzadas, los impactos del calor siguen siendo significativos. Esto indica que en regiones menos desarrolladas o con menos recursos, el problema puede ser aún más grave.

Implicaciones globales del cambio climático

A partir de los datos recopilados en Israel, los investigadores proyectaron los posibles efectos del calentamiento global en la producción lechera mundial hacia mediados de este siglo. Descubrieron que los 10 principales países productores de leche podrían enfrentar una disminución media del 4 % en su producción diaria si no se implementan medidas de enfriamiento.

Los países más afectados serían India, Pakistán y Brasil, con pérdidas por vaca entre el 3,5% y el 4% al día. Aunque la adopción de sistemas de refrigeración reduciría estas pérdidas, seguirían siendo notables. Incluso con tecnología de enfriamiento, los cinco mayores productores de leche del mundo (India, Pakistán, Brasil, EE. UU. y China) podrían experimentar caídas diarias en la producción de leche entre 1,5 % y 2,7 % por vaca.

Claire Palandri, investigadora posdoctoral en la Universidad de Chicago, señala que además de las tecnologías de enfriamiento, es crucial repensar otros aspectos del manejo ganadero. “Los responsables políticos deberían considerar estrategias que reduzcan el estrés en las vacas, como evitar el confinamiento excesivo o la separación temprana de los terneros. Estos factores aumentan la sensibilidad al calor y reducen la capacidad de recuperación de los animales”, advierte.

Este estudio pone en evidencia que el cambio climático no solo afectará los cultivos, sino también la producción de leche y de otros alimentos de origen animal. En este caso, estamos hablando de un alimento básico para millones de personas, que de seguir la situación podría volverse más escaso y costoso si no se toman medidas urgentes. Aunque las tecnologías actuales ayudan, no son suficientes por sí solas. Es necesario desarrollar enfoques integrales que incluyan mejoras en el bienestar animal y políticas agrícolas sostenibles para proteger la seguridad alimentaria global.

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