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El cáncer de colon es una de las enfermedades más insidiosas, ya que no avisa ni presenta síntomas evidentes hasta etapas avanzadas. A lo largo de los años, se ha considerado una enfermedad típica de personas mayores, pero un reciente informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) revela que su incidencia en personas menores de 50 años ha aumentado un 15 % en las últimas dos décadas.
Hoy en día, uno de cada diez nuevos casos de cáncer de colon ocurre en adultos jóvenes, un grupo que queda fuera de los programas de cribado y que a menudo recibe diagnósticos en etapas demasiado avanzadas. La falta de detección temprana en este segmento de la población es alarmante y contribuye a que los tratamientos sean menos efectivos.
Factores que modifican el cáncer de colon
- Alimentación y microbiota intestinal: El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, azúcares y carnes procesadas altera el equilibrio de la flora intestinal y promueve la inflamación, un elemento crucial en la aparición de tumores.
- Sedentarismo y sobrepeso: La falta de actividad física puede incrementar el riesgo de cáncer colorrectal hasta en un 25 %, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Estrés crónico y consumo de tabaco: El estrés prolongado perjudica el sistema inmunológico y la flora intestinal, mientras que el tabaquismo eleva hasta en un 20 % la probabilidad de desarrollar pólipos precancerosos.
Por otro lado, es importante no pasar por alto síntomas que producen el cáncer de colon como el dolor abdominal, alteraciones en el tránsito intestinal, cansancio extremo o presencia de sangre en las heces, ya que son indicativos de alerta. Sin embargo, en personas menores de 50 años, estos signos suelen ser considerados como problemas digestivos leves, lo que retrasa el diagnóstico.
“El reto es sensibilizar sobre el cáncer de colon en los jóvenes. Cuando los síntomas persisten, es crucial explorar todas las posibles causas y realizar las pruebas necesarias para descartar la enfermedad”, comenta el Dr. Diego Alcaraz, oncólogo de GenesisCare.
En cuanto a las tecnologías utilizadas para detectar la enfermedad a tiempo, destacan la biopsia líquida y el cribado avanzado. Un simple análisis de sangre puede identificar ADN tumoral antes de que aparezcan los primeros síntomas.
El cribado avanzado y la detección de sangre oculta en las heces siguen siendo fundamentales, pero los especialistas insisten en la necesidad de ampliar el alcance de las pruebas a personas menores de 50 años que tengan factores de riesgo.
Un tratamiento más preciso y adaptado
Los avances en oncología han permitido crear tratamientos más eficaces y menos invasivos para los pacientes con cáncer de colon.
- Terapias dirigidas: Estas se basan en el análisis genético del tumor para identificar los tratamientos más adecuados para cada paciente. En lugar de emplear una terapia generalizada, estos medicamentos bloquean las señales que permiten el crecimiento del cáncer, lo que mejora la respuesta y reduce los efectos secundarios.
- Inmunoterapia: Ayuda al sistema inmune a identificar y atacar las células cancerosas. Aunque no todos los tumores responden a este tratamiento, algunos pacientes están experimentando grandes avances.
- Radioterapia de precisión: Consiste en aplicar dosis altas de radiación directamente sobre el tumor, sin dañar los tejidos sanos circundantes, lo que contribuye a disminuir los efectos secundarios.
“Gracias a la oncología de precisión, hoy podemos personalizar los tratamientos
para cada paciente, aumentando su efectividad y minimizando los efectos
adversos. El desafío es continuar innovando para detectar y tratar el cáncer de colon lo antes posible”,
concluye el Dr. Alcaraz.
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