Las playas españolas se encuentran al borde del colapso climático y urbanístico

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21/08/2025 - 09:00
Peligro en las playas españolas

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Tras décadas de urbanismo descontrolado, el litoral sufre los efectos de un modelo que prioriza el ladrillo sobre la naturaleza. A medida que el mar avanza y las temperaturas suben, playas, ecosistemas y comunidades locales quedan expuestos a una doble amenaza: el cambio climático y la especulación urbanística. La situación es crítica, pero aún hay margen para revertirla.

Las playas españolas se encuentran al borde del colapso ecológico

Durante décadas, las costas españolas han sido vistas como un recurso inagotable. El sol, el mar y la arena se han convertido en reclamos turísticos y en motores económicos de muchas regiones. Sin embargo, esto ha tenido consecuencias para nuestras playas y paisajes.

Sin embargo, esa visión ha propiciado una urbanización desmedida que, lejos de frenarse, vuelve a intensificarse. El litoral español está cada vez más cubierto de cemento, y las consecuencias son visibles.

Según organizaciones ecologistas, más del 80 % de los recursos ambientales que ofrece el litoral se encuentran hoy degradados. La urbanización no solo transforma el paisaje, también elimina hábitats naturales, rompe el equilibrio ecológico y compromete nuestra capacidad de adaptación ante el cambio climático.

Treinta años de expansión sin control

Desde que entró en vigor la Ley de Costas en 1988, la superficie urbanizada en la franja costera se ha duplicado. En teoría, esta norma pretendía proteger el dominio público marítimo-terrestre. En la práctica, ha sido ignorada o interpretada de forma laxa. Las construcciones han avanzado hasta la orilla, incluso en zonas que claramente presentan riesgos de inundación o retroceso de playa.

Los últimos datos confirman una tendencia preocupante: el litoral sigue perdiendo espacios naturales en favor del hormigón. El fenómeno no afecta solo a la biodiversidad. También pone en riesgo la economía local, que depende en gran medida del atractivo turístico de nuestras playas.

El papel de los ecosistemas costeros

Los ecosistemas del litoral no son solo bellos paisajes. Las dunas, marismas y humedales actúan como barreras naturales frente a temporales, frenan la erosión del suelo, ayudan a regular el clima local y generan servicios ecosistémicos como pesca, turismo o investigación científica.

Además, en un contexto de crisis climática, estos espacios pueden ser aliados clave. Por ejemplo, ayudan a amortiguar inundaciones provocadas por tormentas cada vez más frecuentes e intensas. Sin embargo, su deterioro continuo los vuelve menos eficaces y más vulnerables.

Más calor, menos playa

El calentamiento del mar es otro frente crítico. Las aguas que rodean la península y los archipiélagos se están calentando a un ritmo superior a la media global. Esto no solo afecta a la biodiversidad marina, que ve desaparecer especies autóctonas y llegar otras invasoras. También impacta directamente en nuestras playas: el aumento del nivel del mar y la frecuencia de temporales provoca la pérdida continua de arena y superficie útil.

Por cada centímetro que sube el mar, se pierde un metro de playa. Esto significa que, si no se actúa, muchas playas desaparecerán o quedarán irreconocibles.

El modelo urbanístico que se ha implantado en muchas zonas costeras ha demostrado ser insostenible. El enfoque debe cambiar de manera urgente si se quiere conservar lo que queda. Es necesario dejar de construir en zonas vulnerables, restaurar espacios naturales y adaptar el turismo a una lógica más respetuosa con el medio ambiente y las comunidades locales.

Salvar las playas españolas todavía es posible. Pero requiere decisiones valientes y visión a largo plazo. No basta con seguir construyendo; hay que empezar a proteger.

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