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Los sindicatos CCOO y UGT han lanzado un llamamiento al Gobierno para que el pacto climático (pacto de Estado contra el cambio climático) que prepara el Ejecutivo no se limite a medidas puntuales, sino que se diseñe “pensando en el largo plazo”. Ambas organizaciones advierten de que los incendios forestales de este verano son una muestra más de que el calentamiento global está transformando el país a gran velocidad, hasta el punto de que “la España vaciada se está convirtiendo en la España quemada”.
El pronunciamiento se produjo tras la reunión mantenida entre el secretario general de CCOO, Unai Sordo; el vicesecretario de Política Sindical de UGT, Fernando Luján; y los presidentes de las patronales CEOE, Antonio Garamendi, y Cepyme, Ángela de Miguel, con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen. El encuentro forma parte de la ronda de contactos abierta por el Gobierno tras la propuesta del presidente Pedro Sánchez de promover un gran acuerdo político y social frente a los efectos del cambio climático.
“La España vaciada se está convirtiendo en la España quemada”, de ahí la urgencia del pacto climático
El representante de UGT, Fernando Luján, fue especialmente crítico al recordar que los graves incendios del último verano suponen “el tercer aviso que nos envía el cambio climático” en muy poco tiempo, después de otros episodios de fuego y de la DANA de octubre del año pasado.
“Decimos que la España vaciada se está convirtiendo en la España quemada y, ante esto, el conjunto del Estado tiene que dar una respuesta”, subrayó Luján.
El sindicalista calificó de “oportuna” la reunión con el Ejecutivo, aunque lamentó que “debería haberse convocado antes”, dado que la situación climática y social requiere una respuesta urgente y coordinada respecto al pacto climático.
Luján también apeló a la responsabilidad de las comunidades autónomas, a las que recordó su obligación de elaborar planes de prevención de incendios y de garantizar condiciones laborales dignas para los agentes forestales y brigadistas.
El dirigente sindical criticó que algunos gobiernos autonómicos presuman de “regalos fiscales” mientras alegan falta de recursos para reforzar la prevención: “No parece razonable que no se quiera acudir a la quita de la deuda de las comunidades autónomas y, al mismo tiempo, se diga que no hay dinero para responder desde el punto de vista salarial y de las obligaciones legales”, señaló.
En su opinión, la coherencia tributaria debe formar parte de cualquier política climática seria, ya que sin financiación suficiente resulta imposible garantizar la protección del territorio y de las poblaciones rurales con el pacto climático.
Unai Sordo: “La crisis climática ya está aquí”
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, insistió en que el Pacto de Estado debe construirse con una visión a largo plazo, porque “la crisis climática no es una hipótesis, es una realidad”.
Sordo advirtió de que el cambio climático podría alterar profundamente las condiciones de vida en España: “En un país como el nuestro, podríamos ver que dentro de dos décadas el clima en Madrid sea similar al de Marrakech. Y esto no es una suposición, es perfectamente factible que ocurra”, alertó.
Frente a ese escenario, el líder de CCOO reclamó acelerar la transición ecológica apostando por las energías renovables y la innovación tecnológica, que podrían situar a España “cerca del pleno empleo en el próximo lustro”.
Sordo instó a no dejarse llevar por “la horda reaccionaria que niega el cambio climático” y a reforzar las políticas públicas de mitigación y adaptación con suficiente presupuesto.
Asimismo, pidió que el futuro pacto tenga en cuenta el impacto económico y laboral del cambio climático, de modo que se anticipe cómo apoyar a las personas y empresas que verán alterada su actividad de forma estructural. “No podemos esperar a que los efectos lleguen para reaccionar. Hay que planificar con tiempo y con recursos”, enfatizó al respecto de la urgencia del pacto climático.
Un pacto de Estado con visión social y territorial
Tanto UGT como CCOO coinciden en que el pacto climático no debe quedarse en una estrategia ambiental, sino que debe integrar la dimensión social y territorial del problema. La lucha contra el cambio climático, remarcan, también es una cuestión de justicia social: afecta más a los territorios despoblados, a las zonas rurales y a los sectores laborales más expuestos a fenómenos extremos.
La ministra Sara Aagesen recogió las propuestas en el marco de esta ronda de consultas, que busca implicar a empresarios, sindicatos y administraciones en un acuerdo que marque la política climática del país durante las próximas décadas.
Prevenir antes que lamentar
Los sindicatos alertan de que el tiempo se agota y que el pacto climático es más necesario que nunca, pues los desastres naturales recientes son solo un anticipo de lo que vendrá si no se adoptan medidas contundentes. “La crisis climática ya está aquí”, repiten, y España debe prepararse no solo para reducir emisiones, sino también para proteger su territorio, su empleo y su población frente a una emergencia que amenaza con cambiarlo todo.
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