23/11/2025 - 09:00
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El comercio ilegal de loros en Costa Rica, combinado con la pérdida de hábitat, pone en riesgo a especies nativas como guacamayos y amazonas, a pesar de los esfuerzos de conservación y la creación de áreas protegidas. Un estudio reciente revela la magnitud de esta amenaza y la urgencia de tomar medidas efectivas.
El comercio ilegal de loros intensifica la amenaza a la biodiversidad en Costa Rica
Un reciente estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EBD-CSIC) evidencia que el comercio ilegal de loros empeora los desafíos de conservación que enfrentan estas especies en Costa Rica, especialmente por la pérdida y transformación del hábitat natural. Los investigadores subrayan que la creación de áreas protegidas, aunque necesaria, no es suficiente para garantizar la supervivencia de estos animales.
El equipo científico, integrado por investigadores de la EBD-CSIC, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), la Universidad Miguel Hernández y la Universidad Pablo de Olavide, llevó a cabo un muestreo exhaustivo a nivel nacional. Se recorrieron casi 2.000 kilómetros para censar todas las especies de loros nativas del país, abarcando 949 parches de hábitats distintos y registrando más de 1.236 observaciones en diferentes localidades.
Gracias a este enfoque, los científicos pudieron evaluar la presencia, abundancia y riqueza de especies en ambientes muy variados, desde bosques primarios hasta áreas fuertemente transformadas, como zonas agrícolas o urbanas.
Los datos de campo se complementaron con información satelital sobre cobertura forestal, uso del suelo y presión humana, además de considerar la proximidad a áreas protegidas.
La realidad del comercio ilegal de estas especies
Las entrevistas con miembros de comunidades rurales revelaron que la tenencia de loros de origen salvaje como mascotas sigue siendo muy común, a pesar de ser ilegal desde 1983.
Esta práctica constituye un ejemplo claro de cómo el comercio ilegal de loros persiste culturalmente, afectando principalmente a especies de guacamayos y amazonas que ya enfrentan graves riesgos de conservación.
Pedro Romero Vidal, investigador de la EBD-CSIC, destacó que la diversidad y abundancia de loros disminuye notablemente en áreas agrícolas, aunque algunas especies muestran cierta tolerancia a entornos humanos muy transformados.
Sin embargo, lo más alarmante fue la magnitud del comercio ilegal de loros, con ejemplares nativos mantenidos como mascotas en el 86,6 % de las localidades visitadas y en más del 80 % de los hogares encuestados.
Impacto sobre especies amenazadas
El estudio reveló que las especies más amenazadas son, a la vez, las más buscadas en el mercado ilegal, lo que genera una presión adicional sobre sus poblaciones silvestres. La extracción selectiva de guacamayos y amazonas pone en riesgo no solo la viabilidad de estas aves, sino también la de los ecosistemas en los que cumplen funciones ecológicas clave, como la dispersión de semillas.
En consecuencia, la combinación de pérdida de hábitat y el comercio ilegal constituye una amenaza doble que dificulta los esfuerzos de conservación. Los autores del estudio subrayan que, sin medidas más estrictas de control y educación ambiental, estas especies emblemáticas podrían enfrentar un declive irreversible.
Necesidad de acción inmediata
Los hallazgos ponen de manifiesto que proteger áreas naturales por sí solo no garantiza la conservación. Es imprescindible abordar el comercio ilegal de loros de manera integral, junto con estrategias de restauración de hábitats y sensibilización de las comunidades locales.
Solo mediante un enfoque coordinado será posible preservar la rica diversidad de loros en Costa Rica y asegurar la estabilidad de los ecosistemas donde habitan.
El estudio concluye que enfrentar el comercio ilegal de loros es hoy uno de los desafíos más urgentes para la conservación de la biodiversidad en el país, un paso necesario para garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de estas especies únicas.
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