Las hembras de oso pardo se mueven más de lo que se creía para encontrar pareja

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03/05/2025 - 10:00
Hembras de oso pardo y su comportamiento social

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Durante décadas, los estudios sobre el comportamiento reproductivo de los mamíferos han enfatizado el protagonismo de los machos, sobre todo durante la etapa de apareamiento. Sin embargo, una nueva investigación viene a cuestionar esta perspectiva tradicional, ofreciendo un enfoque renovado que pone el foco en el rol activo de las hembras de oso pardo.

Un equipo internacional de científicos, liderado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), ha comprobado que las hembras de oso pardo (Ursus arctos) realizan desplazamientos mucho más extensos de lo que se pensaba previamente durante el celo, en un intento evidente por localizar pareja. El estudio, publicado en la revista Movement Ecology, analiza datos recogidos a lo largo de 21 años, lo que proporciona una base sólida para sus conclusiones.

Hembras de oso pardo más activas y móviles durante la reproducción

Tradicionalmente, se ha asumido que son los machos quienes llevan la iniciativa durante el apareamiento en los mamíferos. En consecuencia, el estudio del comportamiento de las hembras de oso pardo ha tendido a centrarse en la etapa posterior al apareamiento, es decir, en el cuidado de las crías. Sin embargo, los nuevos hallazgos sobre el oso pardo revelan que las hembras también desempeñan un papel muy activo durante el periodo reproductivo.

"Durante la primavera y el inicio del verano, las hembras expanden significativamente sus áreas de movimiento con el objetivo de encontrar un macho", afirma Vincenzo Penteriani, investigador principal del MNCN. "Nuestros datos confirman que, precisamente durante el celo, las osas recorren distancias mayores que en otras épocas del año".

Un estudio comparativo en tres países europeos

Para alcanzar estas conclusiones, los científicos analizaron el comportamiento de tres poblaciones de osos pardos distribuidas en Finlandia, Rumanía y Eslovaquia. Esta diversidad geográfica permitió observar cómo varía la actividad de las hembras en función de distintos contextos ambientales.

En Finlandia, por ejemplo, las hembras mostraron una clara tendencia a incrementar sus desplazamientos en la época de celo. En cambio, en las poblaciones de Rumanía y Eslovaquia, el mayor nivel de movilidad se observó durante el periodo de hiperfagia, cuando los osos aumentan su ingesta de alimentos para prepararse para la hibernación.

Esta diferencia puede deberse a la presencia de comederos artificiales en Finlandia, donde la disponibilidad de alimento está más garantizada. Según Penteriani, esto reduce la necesidad de moverse tanto para alimentarse, permitiendo que las hembras puedan concentrarse más en la búsqueda de pareja.

Estrategias para la supervivencia de las crías

Más allá del deseo reproductivo, los investigadores señalan que la movilidad de las hembras de oso pardo durante el celo podría obedecer también a una estrategia de supervivencia. Una de las principales amenazas para las crías de oso pardo es el infanticidio por parte de machos adultos. Cuando un macho detecta que una hembra tiene crías que no son suyas, puede matarlas para inducir a la hembra a volver al celo y tener la posibilidad de aparearse con ella.

“Las hembras de oso pardo podrían estar adoptando una estrategia múltiple de apareamiento”, explica María del Mar Delgado, del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB). “Al copular con diferentes machos y en distintas zonas, aumentan la probabilidad de que cada macho perciba a las crías como suyas, lo que reduce el riesgo de infanticidio”.

Conclusión: una mirada más amplia al comportamiento femenino

Este estudio no solo ofrece nuevos datos sobre el oso pardo, sino que también invita a replantear muchos supuestos sobre el comportamiento reproductivo en otras especies de mamíferos. Al poner de relieve el papel activo de las hembras de oso pardo durante el celo, los investigadores abren la puerta a una visión más equilibrada y completa de las dinámicas reproductivas en el reino animal.

En palabras de los propios científicos, los resultados refuerzan la idea de que no se puede entender completamente el proceso reproductivo sin tener en cuenta las decisiones, movimientos y estrategias de las hembras de oso pardo.

El oso pardo, en este sentido, se convierte en una especie clave para desmontar viejos mitos y construir nuevas perspectivas sobre el comportamiento animal.

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