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La magia de la Navidad se siente, se huele, el calendario no engaña y la ilusión se deja notar en cada hogar. Los reencuentros el aroma de la comida de la época nos invita a compartir, a disfrutar...
Las luces de Navidad nos llenan de alegría y como cada año, colocarlas para hacer que nuestro hogar sea aún más luminoso y festivo es algo que se convierte en tradición.
Y es que la llegada de estas fechas tan mágicas no solo es simplemente colocar adornos, sino construir esa atmósfera que nos invita a disfrutar con nuestros seres queridos. Cada detalle cuenta, desde la bolita más pequeña del árbol hasta la decoración que preparamos para la mesa de Navidad, ayudan a recrear el espíritu de las fechas, por lo que la calma, el disfrute del proceso es vital para preparar cada detalle navideño.
Luces de Navidad: el corazón del ambiente festivo
Sin las luces, la decoración de Navidad queda incompleta. Este complemento se encarga de transformar hasta la casa más discreta en un lugar lleno de magia y encanto. Podemos encontrar diferente estilos que se amoldan a cada habitante, como luces cálidas que ayudan a evocar al color de la madera tan típica del Polo Norte y a esas chimeneas, o las luces blancas o multicolor que dan ese toque divertido que encanta a los más pequeños y protagonistas de estas fechas.
Si nos transportamos al interior del hogar, las guirnaldas con luces son de las favoritas, ya que le dan a cualquier estancia un toque muy navideño, colocadas en las puertas, los marcos de los espejos o entre las ramas del árbol de Navidad.
La creatividad que no falte, por lo que las luces led con diferentes formas como estrellas, copos de nieve o diferentes formas nos ayudan a darle ese toque original y personal a nuestra casa. Y si buscas más, sin correr peligro, las velas artificiales aportan esa suavidad que cualquier rincón de la casa luzca más acogedor, más calido.
Un consejo útil es elegir luces de bajo consumo o con temporizador. Esto no solo ayuda al medio ambiente, sino que permite mantener encendidas las decoraciones sin preocuparse por el gasto energético. Además, la tecnología actual ofrece luces con control remoto o conexión a aplicaciones móviles, perfectas para quienes disfrutan personalizando cada detalle.
Pero la decoración de la Navidad debe reflejar la personalidad de cada hogar, por lo que también tener en cuenta los colores dominantes de la casa, ayudarán a crear una armonía visual.
De esta forma la atmósfera cambia pero sin quedar brusco, sino creando un escenario navideño, acorde al hogar, creando así una sensación hogareña agradable a todos los sentidos.
Además, si en la casa se cuenta con la presencia de niños, las decoraciones coloridas, con formas también ayudan a dar mayor autenticidad a esta época tan maravillosa.
Cómo decorar una mesa de Navidad inolvidable
Durante la Navidad, la mesa se convierte en el punto central de la celebración, por lo que prepararla bien ayuda a marcar la diferencia, así podremos convertir la hora de la cena o la comida en una experiencia sensorial.
La estética y la funcionalidad deben ser cuidadas al detalle, por lo que el mantel, que puede ser blanco o en tonos neutros será la base a la hora de escoger adornos y la vajilla.
Es importante tener claro si se busca decorar de una forma más tradicional o algo navideño pero con otro estilo más rompedor. Los caminos de mesa o manteles individuales nunca fallan.
Asimismo, los platos, la cubertería, todo debe estar bien limpio y colocado, ya que sirven para comer pero completan la presentación de la mesa.
Los centros de mesa también son típicos en Navidad, así que combinar velas, con ramas de pino o pequeñas figuras decorativas ayuda a crear un efecto que dejará boquiabiertos a tus invitados.
Finalmente, no hay que olvidar la importancia del aroma. Encender una vela perfumada con notas de vainilla, canela o pino da una sensación acogedora que envuelve todo el ambiente.
Disfrutar el espíritu navideño en cada rincón
Aunque cada detalle cuenta, lo que no debemos olvidar es que la Navidad no solamente es decoración, sino emoción. No solo preparemos para los que vengan sino que nosotros mismos disfrutemos con calma decorando cada estancia, escogiendo cada adorno.
Es nuestra forma de expresar lo que sentimos y lo que queremos compartir, por lo que los invitados notarán si vivimos estas fechas con ilusión o con el agobio de que este todo perfecto.
Dar la bienvenida con el verdadero calor de hogar que nosotros desprendemos es lo más mágico que sale a relucir en la Navidad, regalar calma y alegría no solo reconforta a aquellos con los que nos reencontramos sino que nos hace vivir unas fechas realmente felices.
Esta Navidad, tomemos el tiempo para observar todo lo que hemos preparado, con calma, disfrutar del leve titileo de las luces de Navidad, admiremos nuestra mesa, no solo por los adornos, sino pensando en como se va a llenar con la gente que tanto queremos. Que nuestro trabajo navideño perdure por lo bonito pero también porque hayamos creado un espacio lleno de paz y donde todos se sientan realmente parte de algo especial.
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