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Este sábado 7 de junio, a las 11:00 de la mañana, numerosas ciudades de España serán escenario de concentraciones simultáneas convocadas con un propósito claro: defender el derecho de los menores a la desconexión digital.
La cita, que se desarrollará de forma coordinada en lugares como Gijón, Guadalajara, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Menorca, Santiago de Compostela, Sevilla, Valladolid, Vigo y Zaragoza, pretende visibilizar una preocupación creciente: el impacto que el uso constante de dispositivos digitales está teniendo sobre la salud y el bienestar de niños y adolescentes.
La desconexión digital de los menores es un movimiento social sin banderas políticas
La movilización por la desconexión digital, de carácter ciudadano y ajena a cualquier partido político, ha sido organizada por madres, padres, docentes, profesionales de la salud, investigadores y asociaciones preocupadas por las consecuencias de la digitalización prematura en la vida de los menores.
El mensaje es contundente: es urgente crear un entorno más saludable para la infancia, donde el desarrollo emocional, físico y cognitivo no esté supeditado al influjo constante de las pantallas, ni en el hogar ni en el ámbito escolar. Por lo que aboga por la desconexión digital.
Los convocantes destacan la necesidad de poner por delante el bienestar de los menores frente a otros intereses, y exigen medidas públicas firmes para limitar la exposición digital de la infancia. Respaldados por estudios científicos y el criterio de numerosos profesionales sanitarios, el movimiento alerta sobre una lista de efectos preocupantes derivados del uso desmedido de la tecnología: incremento de trastornos de salud mental, alteraciones del sueño, vida sedentaria, déficit de atención, descenso del rendimiento académico y riesgos de dependencia tecnológica.
Apoyos desde el ámbito sanitario, educativo y científico
El impulso de la desconexión digital de los menores proviene del Movimiento OFF, una plataforma que promueve una infancia libre de excesos digitales. Esta causa ha sido respaldada por una amplia red de organizaciones reconocidas como la Asociación Española de Pediatría (AEP), Adolescencia Libre de Móviles (ALM), Apaga y VeÀMONOS, ALMMA, Aules Lliures de Pantalles, el Colegio de Psicología de Castilla y León, Cyber Guardians, Fundación CLE, Educar sin Pantallas, Escuela Saludable de Ecologistas en Acción, Piña por la Educación, Tu Nube Seca Mi Río y el Grupo de Investigación en Técnica y Humanidades Ecológicas de la Universidad Carlos III.
Entre quienes se han sumado a esta reivindicación de la desconexión digital se encuentran figuras destacadas del ámbito académico y sanitario. Catherine L’Ecuyer, doctora en educación y psicología, conocida por su obra Educar en el asombro, ha mostrado su respaldo a la iniciativa. También lo han hecho María Salmerón, pediatra y presidenta de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia; Francisco Villar, psicólogo clínico especializado en salud mental juvenil; Javier Zarzuela, referente en campañas escolares saludables desde Ecologistas en Acción; y Diego Hidalgo, emprendedor y uno de los principales impulsores del Movimiento OFF.
Un punto de inflexión en el debate sobre tecnología e infancia
Las concentraciones previstas no solo tienen como objetivo expresar una preocupación común, sino también iniciar un debate social más profundo sobre el papel que debe jugar la tecnología en las primeras etapas de la vida. La desconexión digital no implica rechazar la tecnología, sino establecer límites sensatos y adecuados a las necesidades evolutivas de niños y adolescentes.
Este acto colectivo busca encender una alarma que ya suena en muchos hogares y centros educativos: la necesidad urgente de repensar cómo, cuánto y para qué se utiliza la tecnología en la infancia. En palabras de los organizadores, se trata de un llamamiento a “volver a mirar a los ojos de nuestros hijos, sin pantallas de por medio”
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