Exigen políticas urgentes para frenar la violencia contra mujeres mayores

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25/11/2025 - 09:11
violencia contra mujeres mayores

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En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este 25 de noviembre, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) y HelpAge International España han alzado la voz para exigir a las instituciones públicas el impulso urgente de políticas públicas específicas destinadas a erradicar la violencia contra mujeres mayores, una realidad social que, a pesar de su gravedad, permanece silenciada y estructuralmente invisible.

Ambas organizaciones han lanzado una firme denuncia contra la invisibilidad institucional estructural de las mujeres mayores dentro del diseño e implementación de las políticas públicas actuales contra la violencia de género. Señalan con preocupación que la edad, lejos de mitigar o atenuar la violencia, actúa como un factor que la cronifica. Esta dura realidad implica que un número considerable de mujeres que hoy superan la barrera de los 60 años han estado soportando, durante décadas, diversas formas de maltrato, ya sea este psicológico, físico o económico.

La violencia contra mujeres mayores no solo se mantiene oculta debido al silencio autoimpuesto o aprendido, sino que se ve gravemente agravada por el edadismo imperante y la ausencia de una atención específica y recursos adaptados en los servicios sociales y las políticas públicas generales.

Doble discriminación y la invisibilidad de la violencia contra mujeres mayores

PMP y HelpAge International España han hecho especial hincapié en el concepto de doble discriminación: la que sufren las mujeres mayores por su género y por su edad. Esta interseccionalidad es la principal responsable de que las necesidades específicas de este colectivo sigan estando profundamente invisibilizadas y, por consiguiente, muy poco atendidas por el sistema.

El silencio aprendido a lo largo de los años, la significativa dependencia económica que a menudo experimentan las mujeres mayores y la carencia de sólidas redes de apoyo son factores clave que contribuyen a su invisibilidad como víctimas. A esto se suma el edadismo institucional, que se comporta como un obstáculo añadido y paralizante al necesario reconocimiento de su condición de víctimas de violencia contra mujeres mayores. En muchos casos, este sesgo por edad impide que los profesionales y el sistema identifiquen la violencia que se ha normalizado durante décadas de convivencia.

Avances insuficientes: El Pacto de Estado

Las entidades han reconocido como un paso adelante significativo la inclusión, en la reciente renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, de elementos que aluden a las necesidades específicas de las mujeres mayores. Un ejemplo concreto y positivo es el reconocimiento de la violencia económica como una categoría específica de maltrato.

Sin embargo, a pesar de este avance formal, ambas organizaciones mantienen la postura crítica de que los recursos y programas adaptados para hacer frente a la violencia contra mujeres mayores continúan siendo claramente insuficientes. El texto del Pacto necesita una traslación práctica a nivel territorial y de servicios que, a día de hoy, no se percibe con la contundencia necesaria.

El clamor por romper el silencio

Isabel Martínez, presidenta de HelpAge International España, insistió en la “urgente necesidad de que la sociedad civil y las organizaciones de personas mayores contribuyan activamente a romper el silencio” que rodea a este tipo de maltrato. Aunque reconoció que se han logrado avances en el marco de las políticas públicas generales, Martínez subrayó que las “desigualdades estructurales permanecen prácticamente intactas”.

“Como demócratas, necesitamos reforzar nuestras convicciones para combatir estas desigualdades y ser firmes en su rechazo; no podemos normalizar lo que no es normal”, sentenció Martínez con firmeza, apelando a una responsabilidad social colectiva para eliminar la violencia contra mujeres mayores.

Por su parte, el presidente de la PMP, Jesús Norberto Fernández, puso el foco en la trayectoria histórica de este colectivo. Manifestó que “las mujeres mayores han caminado décadas en invisibilidad, han sufrido violencia que se normalizó y hoy siguen sin encontrar los recursos adecuados”, lo que evidencia una persistencia de la violencia contra mujeres mayores.

Por este motivo, concluyó Fernández, “este 25 de noviembre exigimos que su voz sea parte del mensaje, que su realidad salga del silencio, y que nuestras instituciones se adapten a ellas, porque la igualdad no es completa hasta que nadie quede atrás”. La demanda es clara: una acción institucional decidida y recursos específicos para atender a las víctimas invisibles del edadismo y el machismo.

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