Discursos de odio y cómo se expresan sus formas e implicaciones para la convivencia

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01/08/2025 - 15:30
Los discursos de odio y sus desafíos

Lectura fácil

Los discursos de odio son una problemática que afecta a sociedades en todo el mundo. Se manifiesta a través de diferentes formas de expresión que atacan a personas o grupos en función de características como su raza, religión, género u otras identidades. Entender cómo se expresa este tipo de comunicación es fundamental para poder combatirla y proteger la convivencia pacífica y el respeto mutuo.

Formas de expresión de los discursos de odio

En el lenguaje común, la expresión "discurso de odio" hace referencia a un discurso ofensivo dirigido a un grupo o individuo, basado en características inherentes como la raza, la religión, el género u otras formas de identidad. Este tipo de comunicación puede poner en peligro la paz social y la convivencia entre personas de diferentes orígenes.

Con el fin de abordar este fenómeno de manera global, la ONU ha desarrollado una Estrategia y Plan de Acción contra los discursos de odio. Este documento define el discurso de odio como cualquier tipo de comunicación —oral, escrita o también comportamiento— que ataque o utilice un lenguaje peyorativo o discriminatorio hacia una persona o grupo por su identidad. Esta definición, si bien no es jurídicamente vinculante, proporciona un marco de referencia amplio y útil.

Los discursos de odio pueden adoptar diversas formas. Se puede expresar a través de palabras, imágenes, memes, símbolos, gestos y objetos. Puede difundirse en medios tradicionales, pero también —y cada vez más— en plataformas digitales, lo que facilita su rápida propagación y permanencia.

Las principales características de los discursos de odio son tres: se puede manifestar en cualquier forma de expresión, es discriminatorio o peyorativo, y se basa en factores de identidad reales o percibidos. Estos factores incluyen, entre otros, religión, etnia, nacionalidad, raza, género, orientación sexual, discapacidad, estado de salud o situación económica.

Es importante subrayar que este tipo de discurso se dirige a personas o grupos de personas, no a Estados, instituciones o religiones en abstracto.

El entorno digital y sus desafíos

Uno de los grandes retos actuales es la proliferación del discurso de odio en Internet. Como señaló el Secretario General de la ONU, António Guterres, "debemos hacer frente a la intolerancia trabajando para atajar el odio que se extiende como un reguero de pólvora por Internet". El entorno digital permite que mensajes ofensivos se difundan con bajo coste, de forma anónima y a escala global.

Además, este tipo de contenido suele estar vinculado a la desinformación, lo que agrava su impacto. Las redes sociales utilizan algoritmos que, a menudo sin intención directa, amplifican los mensajes más divisivos, generando una mayor exposición de los colectivos vulnerables y afectando la cohesión social.

La permanencia del contenido de los discursos odio en línea supone también un problema adicional, ya que estos mensajes pueden ser redescubiertos y compartidos nuevamente incluso años después, perpetuando el daño.

Acciones necesarias

Frente a este fenómeno, las Naciones Unidas, gobiernos, empresas tecnológicas y organizaciones sociales trabajan para encontrar soluciones. Estas incluyen mejorar la alfabetización mediática de los usuarios, exigir mayor responsabilidad a las plataformas digitales y, sobre todo, promover el respeto y la empatía como valores centrales.

Combatir los discursos de odio no significa limitar la libertad de expresión, sino proteger a las personas y comunidades de ataques que buscan excluir, humillar o dañar. Es un desafío global, pero también una responsabilidad compartida.

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