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El dolor es una señal que envía nuestro cuerpo para decirnos que algo no está funcionando como debería. En la mayoría de casos, suele pasarse solo, pero en otras ocasiones es necesario hacer algo para aliviarlo, sobre todo si hablamos de dolores articulares. Según un estudio realizado en colaboración con la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), en España, el 68 % de las personas entre los 35 y los 65 años ha tenido dolores articulares en el último año.
En estos casos, además de consultar con los profesionales médicos correspondientes para que puedan confirmar si lo que tenemos necesita un tratamiento médico, lo mejor también es comenzar a hacer ejercicio físico, pero no cualquiera. Mantenerse activo es importante a cualquier edad, pero escoger un entrenamiento que pueda beneficiarnos y ayudarnos a lograr nuestro objetivo es mejor todavía. En este caso, el yoga puede ser la mejor de las opciones.
Caminar: el ejercicio más beneficioso para las articulaciones
Frente a la creencia generalizada de que actividades como la natación o el pilates son las más recomendables para las personas con dolores articulares, estudios recientes destacan una actividad mucho más accesible y simple: caminar. Este ejercicio de bajo impacto no solo mejora la movilidad articular, sino que también ayuda a reducir la inflamación, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema musculoesquelético.
Especialistas en medicina deportiva y reumatología coinciden en que caminar de forma regular, a un ritmo moderado y durante al menos 30 minutos al día, puede ofrecer grandes beneficios a personas que sufren de artritis, artrosis u otras patologías articulares crónicas.
¿Por qué caminar es mejor que otros ejercicios para reducir dolores articulares?
A diferencia de otras disciplinas que requieren equipamiento, instrucción o condiciones específicas, caminar puede realizarse en cualquier lugar y momento, adaptándose a las capacidades físicas del paciente. Además:
- Reduce la rigidez articular.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Fortalece músculos que protegen las articulaciones.
- Disminuye la sensación de fatiga.
El impacto controlado que genera al pisar también estimula la producción de líquido sinovial, fundamental para lubricar y proteger las articulaciones.
Recomendaciones para iniciar una rutina de caminata
Los especialistas sugieren empezar con recorridos cortos y aumentarlos progresivamente. Para mayor comodidad y protección articular, es recomendable:
- Usar calzado cómodo con buena amortiguación.
- Caminar por superficies planas y seguras.
- Evitar sobreesfuerzos, especialmente si existe dolor intenso.
También puede combinarse con estiramientos suaves y ejercicios de fuerza adaptada para mantener el tono muscular. En casos de dolores articulares agudos, siempre debe consultarse con un médico antes de iniciar cualquier rutina.
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