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La Unión Europea ha anunciado nuevas medidas de apoyo dirigidas a las industrias intensivas en el uso de energía, como la siderurgia, el cemento, el vidrio, la cerámica o la química. Estos sectores, esenciales para la economía europea, se enfrentan a altos costes energéticos derivados de la transición hacia un modelo más sostenible.
Con este impulso, Bruselas busca garantizar la competitividad industrial y evitar la deslocalización de empresas que podrían trasladar su producción fuera del continente para esquivar las normativas medioambientales o los altos costes energéticos.
Para abordar estos desafíos, los eurodiputados piden una autorización más rápida de los proyectos de energía limpia y la aplicación de la legislación de diseño del mercado de la electricidad, un sistema energético mejor integrado y más inversión en infraestructuras de red. También proponen estudiar otras formas de desvincular los precios de los combustibles fósiles de los precios de la electricidad. Los eurodiputados añaden que el análisis de los mercados a corto plazo debe avanzar hasta 2025 con vistas a considerar opciones alternativas de diseño de mercado.
Nuevo paso del Parlamento Europeo en su impulso a la descarbonización
Unas normas más sencillas y la disponibilidad de materias primas fundamentales y secundarias son esenciales para atraer la inversión privada y apoyar la descarbonización, reduciendo al mismo tiempo la dependencia de otros países fuera de la UE, señala el texto.
El Parlamento destaca la necesidad de abordar la competencia mundial desleal mediante la aplicación efectiva del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC) y de crear mercados líderes para productos europeos limpios. Los eurodiputados también quieren apoyar a los trabajadores y las regiones afectadas, asegurando que la industria de la UE siga siendo competitiva a nivel mundial mientras se descarboniza.
El texto identifica varios obstáculos a la competitividad industrial de la UE, incluidas las disparidades de precios de la energía con los competidores mundiales y la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. Una unión de la energía incompleta, las cargas normativas y los complejos mecanismos de financiación obstaculizan aún más el progreso, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. El régimen de comercio de derechos de emisión también está bajo la presión de los cambios en el mercado y el uso desigual de los ingresos en los Estados miembros, lo que dificulta el apoyo adecuado a la descarbonización de la industria, dicen los eurodiputados.
Apoyo financiero y transformación verde
La nueva estrategia contempla una combinación de incentivos fiscales, subvenciones directas y acceso preferente a fondos de innovación y energía limpia. También se priorizará el acceso a energías renovables y se promoverá el desarrollo de tecnologías de descarbonización como el hidrógeno verde, la captura de carbono y la electrificación de procesos industriales.
Además, la Comisión Europea ha subrayado que estos apoyos estarán condicionados a compromisos concretos en sostenibilidad, reducción de emisiones y eficiencia energética, lo que busca alinear la recuperación económica con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
Una industria resiliente y sostenible
Estas medidas se enmarcan en el objetivo de crear una industria europea resiliente, verde y digital, capaz de afrontar las crisis energéticas sin perder competitividad. La pandemia, la guerra en Ucrania y la volatilidad en los precios del gas han puesto de manifiesto la necesidad de proteger a los sectores productivos más vulnerables.
En paralelo, la UE busca mantener su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, sin dejar atrás a los sectores industriales tradicionales. La apuesta por una transición justa es clave: los cambios deben beneficiar tanto al medioambiente como al empleo y al tejido económico europeo.
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