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El 40 % de los españoles convive con alguna condición física que dificulta el uso de los aseos públicos. Ante esta realidad silenciada, expertos del ámbito sanitario, psicológico y social abogan por eliminar las "barreras invisibles" en los aseos públicos y garantizar una "higiene inclusiva, accesible y digna" para todos los ciudadanos.
Con motivo del Día Mundial del Lavado de Manos, celebrado este miércoles, la compañía Essity ha reunido a un grupo de especialistas provenientes de distintos ámbitos —sanitario, psicológico, social y del diseño de aseos públicos— con el propósito de reflexionar sobre la importancia de la higiene y, especialmente, de identificar y eliminar las barreras invisibles que millones de personas enfrentan a diario al acceder y utilizar estos espacios.
Durante el encuentro, los expertos abordaron temas relacionados con la inclusión, la accesibilidad y los hábitos de higiene, destacando cómo factores como el diseño inadecuado de los baños, la falta de recursos o la escasa concienciación social pueden afectar de manera significativa la salud y el bienestar de la población. La iniciativa busca no solo promover el lavado de manos como una práctica esencial para prevenir enfermedades.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la campaña 'Higiene inclusiva: eliminando barreras invisibles' y busca visibilizar una realidad poco conocida, derivada de afecciones como la incontinencia, la artritis reumatoide, las enfermedades inflamatorias intestinales, la dermatitis atópica, el trastorno obsesivo-compulsivo o, simplemente, ser personas ostomizadas. Todas estas condiciones pueden limitar de manera significativa la participación plena en la vida social si no se dispone de aseos públicos adecuados.
El desafío de la invisible de los aseos públicos: ansiedad y condiciones físicas ocultas
Según el estudio 'Tork Insight 2025', elaborado por Essity, el problema va más allá de las condiciones físicas. El 40 % de los españoles convive con alguna condición que dificulta el uso de los aseos públicos, y otro 40 % sufre ansiedad o incomodidad al tener que utilizar estos espacios compartidos.
Un dato revelador que subraya la urgencia de esta conversación es que el 95 % de las condiciones que afectan al uso del baño no son visibles a simple vista. Este hecho refuerza la necesidad de avanzar hacia entornos más empáticos, accesibles y seguros. Las barreras en los aseos públicos no son solo arquitectónicas; a menudo son emocionales, de diseño o de falta de equipamiento específico para manejar estas condiciones.
“La higiene inclusiva no es un detalle menor: impacta directamente en la calidad de vida de las personas y en la reputación de las empresas y espacios públicos. Crear conciencia y eliminar estas barreras, tanto las visibles como las invisibles en los servicios públicos, es el primer paso para impulsar un cambio real y garantizar que nadie se sienta excluido de la vida social por una necesidad básica”, señaló Aitor Perfecto, responsable del área de higiene profesional en Essity Iberia. La transformación de los aseos públicos es una deuda pendiente con la accesibilidad y la dignidad.
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