Fundación AXA y Cruz Roja facilitan el acceso de las personas con discapacidad a la playa

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19/07/2021 - 12:00
Persona de Cruz Roja con persona con discapacidad en la playa

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La Fundación AXA y Cruz Roja colaboran en un proyecto para que las personas con movilidad reducida o algún tipo de dependencia y sus familias, puedan disfrutar de la playa con la máxima seguridad y comodidad.

La accesibilidad de las personas con discapacidad a la playa mejora cada día

En España, parte de este trabajo corre parte de la Cruz Roja. Siempre con el objetivo de que las personas con discapacidad y sus familias, puedan disfrutar de la playa, al igual que lo hacen el resto de colectivos.

En 2021, Fundación AXA ha firmado un acuerdo con la entidad creando 'espacios especiales' en 8 playas del país. Con ello, se han habilitado ayudas técnicas como una silla anfibia, muletas anfibias y andadores, para que las personas con discapacidad no solo puedan disfrutar del momento del baño, sino de un día de playa ya que podrán acceder a sesiones de movilidad con fisioterapeutas.

A esto se le suma zona de ejercicios para el desarrollo de la movilidad con acceso a mancuernas, pelotas y tiras elásticas. También contarán con una zona de masaje y actividades de animación para adultos o niños.

Estas zonas especiales a la sombra se habilitan mediante estructuras de madera, cenadores o carpas. En ellas se ubican mesas, sillas, zona de desinfección y almacenaje. Cuentan con baños y duchas adaptadas.

Estos ‘espacios especiales’ se encuentran en 8 playas de Chiclana, Denia, Valencia, Gandía, Santander, Tenerife, Las Palmas y Torremolinos.

Todas las playas urbanas deben ser accesibles por ley, pero muchos ayuntamientos adaptan solo la más turística

Cuando una persona con discapacidad quiere ir a la playa tiene que planificar la jornada con tiempo y paciencia, elegir la playa, buscarla por Internet y llamar por teléfono al ayuntamiento o a la oficina de turismo para comprobar si es accesible.

Por ley todas las playas urbanas españolas deben ser accesibles para cualquier persona con discapacidad o movilidad reducida, pero lo cierto es que no todas lo son.

Aunque las comunidades autónomas tenían sus propias normativas y algunos ayuntamientos ordenanzas sobre accesibilidad, en 2010 el Boletín Oficial del Estado publicó una orden en la que se desarrollaban y homogeneizaban las condiciones que debían cumplir las playas.

En 2013, la Ley general de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social ponía límite para la adecuación de estos entornos: el 4 de diciembre de 2017. Ya han pasado 3 veranos desde esa fecha y la mayoría de municipios no cumplen los requisitos que marca la norma en todos sus arenales.

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