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El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, expresó su preocupación y rechazo ante la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles generalizados a productos procedentes de múltiples países. En sus declaraciones en el programa La Hora de La 1 de TVE, calificó esta medida como “totalmente errónea” y advirtió de que representa “un cambio de paradigma” respecto a los principios tradicionales del libre comercio y la cooperación multilateral que han caracterizado a la economía global en las últimas décadas.
Según Garamendi, la acción estadounidense supone un retroceso en el camino del diálogo económico internacional y plantea serias amenazas para el equilibrio comercial global. “Esta medida choca frontalmente con la idea de mercados abiertos y reglas comunes. Nos enfrentamos a una realidad en la que el proteccionismo vuelve a ganar terreno”, lamentó.
España, menos afectada directamente, pero no ajena al impacto de los aranceles de EE.UU.
Aunque reconoció que el impacto directo de estos aranceles sobre España podría ser limitado, Garamendi subrayó que el daño vendrá por otras vías. “Nos puede afectar de manera indirecta por nuestra estrecha relación con países como Alemania y Francia, que sí serán más perjudicados”, explicó. La interdependencia económica dentro de la Unión Europea hace que cualquier golpe a grandes economías europeas termine afectando también a socios como España, especialmente en sectores clave como la automoción o la industria manufacturera.
Además, alertó sobre el riesgo de competencia desleal si terceros países quedan fuera del alcance de los aranceles y ganan acceso preferente a ciertos mercados, desplazando así a empresas europeas.
Llamado a la unidad europea y reacción firme pero prudente
Ante este escenario de aranceles, el líder empresarial instó a la Unión Europea a actuar con firmeza, pero sin caer en una escalada conflictiva. “Europa debe reaccionar y defenderse, pero no podemos entrar en una guerra comercial”, advirtió. En este sentido, pidió una “unidad de acción” entre los Estados miembros y un enfoque ágil en la toma de decisiones. “En Europa tardamos 18 meses en reaccionar mientras otros líderes mundiales deciden en un día. Hay que espabilar”, señaló con tono crítico.
Garamendi también mostró su convencimiento de que Bruselas podría responder con medidas similares –como contramedidas arancelarias– y que esto llevaría necesariamente a una nueva etapa de negociaciones con Estados Unidos. No obstante, reconoció que estas conversaciones serán complejas si Washington parte de una posición unilateral y cerrada al diálogo.
En cuanto a la reacción por los aranceles dentro de España, Garamendi se mostró optimista respecto al consenso existente. “Veo una unidad de acción clara, tanto entre los sectores económicos afectados como entre los principales partidos políticos y agentes sociales. Es una buena noticia”, afirmó. Añadió que solo Vox ha expresado una posición disonante, aunque no especificó en qué sentido.
La importancia de diversificar los mercados
Como parte de la estrategia para hacer frente al nuevo panorama, Garamendi valoró positivamente la visita que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizará esta semana a China y Vietnam, acompañado por una delegación de la CEOE. Consideró que este tipo de misiones comerciales son fundamentales para abrir nuevas oportunidades y mitigar los efectos de una posible pérdida de competitividad en el mercado norteamericano.
“Hay que abrir la maleta y salir al exterior. No podemos depender solo de un mercado. Mercados como Mercosur deben ganar protagonismo en nuestra estrategia comercial”, concluyó al respecto de la situación con los aranceles desde EE.UU., apostando por una visión más global y menos dependiente de las tradicionales potencias económicas.
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