Gestación subrogada: Hay cosas que no se pueden comprar y que no se pueden vender

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30/03/2023 - 09:23
Ana Obregón en la portada de HOLA con un bebé en brazos

Lectura fácil

La gestación subrogada, también conocida como maternidad subrogada, es un proceso en el que una mujer lleva a un bebé en su vientre para otra persona o pareja que no puede concebir o llevar a cabo un embarazo. Hay dos tipos: la tradicional, donde la mujer gestante también proporciona su propio óvulo, y la gestación subrogada gestacional, donde se utiliza el óvulo de la persona que contrata a la gestante o un donante.

A pesar de que ha sido una opción para muchas personas que desean tener hijos, hay críticas y debates en torno a este tema. Algunos argumentan que es una forma de explotación reproductiva de las mujeres, ya que pueden ser presionadas o manipuladas para llevar a cabo un embarazo para otra persona. También se argumenta que puede dar lugar a una mercantilización del cuerpo de la mujer, donde se paga a las gestantes para llevar a cabo el embarazo.

Por otro lado, quienes apoyan la gestación subrogada argumentan que es una opción voluntaria y que las mujeres que deciden ser gestantes deben ser libres de tomar esa decisión. También se dice que puede ayudar a personas que de otra manera no podrían tener hijos biológicos propios y que se pueden establecer relaciones positivas entre las partes involucradas en el proceso.

Pero... ¿hijos biológicos propios? Ana, tu bebé tiene el óvulo de otra mujer. ¿Era necesario hacer esto con 68 años de edad?

La gestación subrogada es un tema controversial y complejo, que requiere un debate y una regulación adecuados para proteger los derechos de todas las partes involucradas

La noticia de que Ana Obregón se ha convertido en madre a los 68 años por vientre de alquiler ha despertado un múltiple debate:

  • Por la edad de la presentadora. Las adopciones se permiten hasta los 45 años, por ejemplo.
  • Por la mercantilización del cuerpo de una mujer. Es una práctica que en España y numerosos países es ilegal, como recordó el Gobierno.
  • Y por el carácter instrumental de un hijo engendrado para salir de una depresión o un hoyo vital.

Obregón se suma a una lista de famosos que han alquilado vientres para tener un bebé: desde Kim y Khloé Kardashian hasta Miguel Bosé, Javier Cámara, Robert de Niro, George Lucas, Elton John o Cristiano Ronaldo.

Aunque es ilegal, España permite registrar a esos bebés por el bien del menor y siempre que haya una sentencia judicial en el país de origen. Y EE.UU. y Canadá son algunos de los países que la expiden.

La polémica coincide además con la detención de cuatro personas por un supuesto caso de madre de alquiler en Extremadura. El caso fue detectado en un hospital de Badajoz, pero eran rumanos y no de una clínica de Miami.

Cuando esta niña que es noticia cumpla 12 años, su supuesta madre será una anciana de 80

La ética y la moralidad, así como los riesgos para las gestantes, son el centro del debate. La dignidad y la libertad sexual de las mujeres se ven atentadas en este tipo de prácticas, dado que esta se compromete a cumplir el acuerdo aunque cambie de opinión durante el embarazo considerando el propio cuerpo como una mercancía.

Para sus partidarios, la gestación subrogada es un acuerdo aceptado de forma voluntaria, por lo que los derechos y libertades no se verían afectados en una decisión libre y mutua. 

La mercantilización de la maternidad es otro de los picos de lanza del debate, dado que son los grupos con alto poder adquisitivo quienes pueden acceder a estos métodos, lo que les pondría en una situación clara de privilegio respecto a muchas de las mujeres gestantes. Por consiguiente, también existen redes y mafias dedicadas a este tipo de mercado. Las personas a favor defienden la postura de que este tipo de prácticas desaparecería con la creación de procesos legales y creando acuerdos no lucrativos, como la gestación subrogada altruista. Sus detractores defienden la existencia de otros métodos para conseguir ser padres, como la adopción.

No, Ana Obregón no acaba de ser madre de una niña

Lo que ha hecho Ana es encargar un recién nacido, y lo ha hecho en Estados Unidos. Y lo cierto es que, este turismo reproductivo también está penado, pero muchas personas se agarran a vacíos legales (sin mencionar que ella es quien es, cuyo caso aparece blanqueado y contado como una bonita historia en los medios de comunicación)

La filiación la marca el parto. Punto. Para ser madre de un bebé, tienes que haber parido a un bebé. Si no puedes hacerte cargo de ese bebé, o no quieras quedarte con él, esa filiación pasa a ser del Estado y es el Estado la figura que decide qué pareja o qué persona puede quedarse con ese bebé, protegiendo así a los niños y niñas de la compraventa.

Siempre que sea posible, los óvulos y espermatozoides son aportados por los padres de intención, de manera que el futuro hijo sea biológicamente suyo. De no ser posible que la madre aporte el material genético, se suele recurrir a una donante. La idea inicial es que la gestante solamente aporte el útero para mantener el embarazo y dar a luz al futuro bebé, pero no siempre es así. Después del parto, el bebé es entregado a los padres de intención.

Los contratos exigen derechos y obligaciones de cada una de las partes, especialmente de la madre gestante. Y en ellos se deja claro que el objeto del contrato es que los padres biológicos "encargan" un bebé y la madre de alquiler "se compromete a llevar a término el embarazo y dar a luz el bebé con ayuda de las técnicas de reproducción asistida".

Ser padres no es un derecho

Así las cosas, los defensores de esta práctica hablan del derecho a ser padres, del altruismo de la gestante y de la libertad de la mujer de decidir qué hace con su cuerpo; mientras que sus detractores (entre ellos, la red estatal contra los vientres de alquiler) critican la explotación de la mujer, usada como una incubadora, de la compra de un hijo aprovechándose en muchas ocasiones de la precariedad de la madre, la depravación del capitalismo y la degradación de los valores y de cualquier ética.

Y es que, ser padres no es un derecho, existen otros métodos para ello, como la adopción u otros métodos de reproducción asistida.

En España la gestación subrogada es una práctica ilegal por la Ley 14/2006 y, por esta razón, las personas que tienen el anhelo de ser padres mediante esta técnica tienen que viajar a un país extranjero, como Israel o India (antes de la guerra también lo hacían a Rusia o Ucrania) o algunos estados norteamericanos como Florida, como en el caso de Obregón. En otros países como Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Países Bajos o el Reino Unido está permitida siempre y cuando no conlleve una contra­prestación económica.

Aunque sigue habiendo casos ilegales de gestación subrogada en España, la reforma de la ley del aborto aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado mes de febrero, refuerza la ilegalidad de la también denominada gestación por sustitución mediante la prohibición de la publicidad de las agencias de intermediación.

En su artículo 32, deja claro que las administraciones promoverán la eliminación de “cualquier tipo de publicidad que tenga por finalidad la mercantilización de la salud reproductiva por parte de terceras personas, por atentar contra la dignidad de las mujeres”. Y la maternidad subrogada, la gestación subrogada o los vientres de alquiler, como habitualmente se conoce a la práctica que “se da cuando una mujer se presta a gestar un niño para, una vez nacido, entregárselo a la persona o personas que se lo han encargado y que van a asumir su paternidad/maternidad”, como lo defiende el Comité de Bioética de España, que rechaza tajantemente porque “todo contrato de gestación por sustitución entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor”.

Los bebés no se compran

No nos olvidemos nunca de las mujeres que están detrás, un sesgo de discriminación por pobreza claro.

No olvidemos de que la gestación subrogada es un práctica que no es legal en España, que está reconocida en nuestro país como una forma de violencia contra las mujeres.

Un nuevo bebé no puede tapar el dolor por la pérdida de otro hijo.

Ana, has hecho algo que no está bien. Es evidente. Ya no solo por el hecho de haber explotado a una mujer, sino por el hecho de haberse convertido en madre de nuevo a su avanzada edad. Esto nos debería servir para analizar el tratamiento que se le da a la gestación subrogada en los medios de comunicación.

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