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En 2023, nació ManglarIA, un ambicioso proyecto de conservación ambiental respaldado por Google.org que utiliza inteligencia artificial (IA) para cuidar los manglares en México. Este ecosistema vital, amenazado por el cambio climático y la actividad humana, es el foco de un esfuerzo coordinado por WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) junto con comunidades locales, instituciones científicas y entidades gubernamentales. La misión: recopilar y analizar grandes volúmenes de datos para comprender mejor cómo los manglares responden a condiciones climáticas cambiantes y, a partir de ello, diseñar estrategias de conservación más efectivas.
Una red de sensores de última generación con ManglarIA
ManglarIA ha instalado una red avanzada de sensores en dos reservas de la biosfera: Ría Lagartos, en la península de Yucatán, y Marismas Nacionales, en la costa del Pacífico mexicano. En estos sitios se desplegaron estaciones meteorológicas, cámaras trampa, sensores subacuáticos, torres de flujo de carbono y drones. Estas herramientas monitorean variables clave como la temperatura del aire y del agua, la salinidad, el flujo de agua dulce y la presencia de fauna, generando datos que se transmiten en tiempo real a los servidores del proyecto.
La inteligencia artificial como motor de análisis
El papel de la IA es fundamental. Gracias a su capacidad para identificar patrones complejos, el equipo de WWF puede evaluar cómo los ecosistemas de manglar reaccionan ante distintos factores ambientales. Por ejemplo, la IA ayuda a entender cómo se ven afectados tres servicios ecosistémicos esenciales:
- El almacenamiento de carbono, crucial para mitigar el cambio climático.
- La protección costera, vital frente al aumento de tormentas y erosión.
- La pesca, de la cual dependen muchas comunidades locales.
La tecnología no solo hace más rápido el análisis, sino que también mejora la precisión con la que se diseñan políticas y acciones de conservación.
Conocimiento local y ciencia unidos por la conservación
Un componente clave de ManglarIA es la colaboración con las comunidades locales. En agosto y septiembre de 2024, expertos y técnicos de campo de WWF visitaron las reservas para instalar equipos y dialogar con pescadores, apicultores, operadores turísticos y administradores de parques. Este intercambio permitió enriquecer el enfoque científico con el conocimiento empírico de quienes han observado los cambios en el ecosistema durante décadas.
Este diálogo reveló impactos visibles, como los efectos de los huracanes sobre la regeneración de los manglares o la influencia negativa de estructuras artificiales sobre su salud. La información local es esencial para asegurar que las soluciones propuestas sean culturalmente relevantes y sostenibles.
Un modelo replicable para la conservación global
Más allá de su impacto inmediato en México, ManglarIA representa un modelo replicable que podría implementarse en otros ecosistemas vulnerables, como la Amazonía o incluso el Ártico. La clave está en su enfoque: combinar tecnología de punta con participación comunitaria y conocimiento científico para crear soluciones basadas en la naturaleza.
Shaun Martin, vicepresidente de adaptación y resiliencia en WWF-US, destaca que el proyecto está sentando las bases para una nueva generación de intervenciones climáticas: “Estamos construyendo la base de conocimientos necesaria para gestionar mejor estos ecosistemas ante condiciones ambientales cambiantes”.
Para David Thau, científico líder en datos y tecnología de WWF-US, el valor de la IA es claro: “Nos permite desarrollar intervenciones más específicas y eficaces antes de que estos importantes sumideros de carbono sufran daños irreversibles”.
Y como bien señala Frida Castillo, oficial de campo de WWF-México, este esfuerzo va más allá de la instalación de sensores: es una experiencia colaborativa que une ciencia y comunidad, y que fortalece la capacidad de acción frente al cambio climático.
Hacia una conservación más inteligente
ManglarIA es mucho más que un proyecto de monitoreo ambiental: es una herramienta innovadora de conservación climática, una iniciativa que marca un antes y un después en la forma en que la tecnología puede proteger la biodiversidad. Al combinar sensores de vanguardia, inteligencia artificial y sabiduría local, esta red no solo recopila datos, sino que transforma esos datos en acciones concretas, eficaces y sostenibles.
Con su potencial de expansión global, ManglarIA representa una esperanza tangible para los manglares y para los muchos seres humanos y especies que dependen de su existencia.
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