La falta de oxitocina, la 'hormona del amor', podría estar de trastornos alimenticios e incluso de agresividad

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02/03/2024 - 11:30
La oxitocina en el organismo

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Conocida como la "hormona del amor", la oxitocina lleva tiempo conociéndose, pero no ha sido hasta estos últimos años cuando se han empezado a realizar estudios más exhaustivos sobre el impacto real que esta puede llegar a tener en nuestro organismo. Ahora, una investigación liderada por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en colaboración la Universidad Complutense de Madrid y el Ciber de Salud Mental, han dado con nuevos e interesantes hallazgos sobre esta hormona.

En la investigación, publicada en la revista científica 'Journal of Psychiatric Research', estudiaron la posible relación entre los niveles de oxitocina de una persona y el desarrollo de un comportamiento impulsivo-agresivo en personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) , así como en pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). En ambos casos, los investigadores dieron con claras correlaciones con niveles bajos de esta hormona.

La falta de oxitocina detrás de trastornos del comportamiento agresivos

La investigación se centraba en ampliar el conocimiento que se tenía hasta el momento del papel que juega la oxitocina como biomarcador en la compleja neurobiología de los trastornos impulsivo-agresivos de la personalidad y su relación directa con aquellos comportamientos agresivos presentados en estos pacientes tanto hacia los demás como hacia uno mismo. Para poder llegar a las conclusiones y hallazgos realizados, los investigadores analizaron una serie de datos.

El principal fue el estudiar los niveles plasmáticos de esta hormona, que modula comportamientos sociales y emocionales, así como la expresión proteica de su receptor en 68 personas con TLP, 67 personas con TCA y 57 personas sanas sin patologías neuropsiquiátricas de varios hospitales españoles, para que conformasen el grupo de control, según informaron desde la UCM.

De esta misma forma, también se evaluó el comportamiento autolesivo, así como otras agresiones verbales o físicas a los demás. Por otro lado, los niveles plasmáticos de esta hormona y de la expresión proteica de su receptor se compararon entre los tres grupos y se examinó la relación entre el sistema de oxitocina y las variables de agresividad para ambos grupos clínicos, llegando a la conclusión de que los bajos niveles de esta impulsaban este tipo de comportamientos.

Una ventana a posibles nuevos tratamientos

La investigadora Alejandra Gálvez Merlín, de la UCEM, destacaba que este es "el primer trabajo que asocia el papel de la oxitocina con el comportamiento agresivo en personas con TCA y TLP”, dotándole así de una enorme relevancia para el campo de la psiquiatría y también de la psicología, al aportar nuevos puntos de trabajo para terapias en estos trastornos.

“Esto podría contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicas para este tipo de pacientes”, añadía el investigador del IdISSC y profesor asociado de la UCM, José Manuel López Villatoro. Estos nuevos avances abren una importante puerta para seguir entendiendo cómo ciertas hormonas, como puede ser la oxitocina, tienen un efecto determinante en ciertos comportamientos más allá de la crianza o los entornos, permitiendo ofrecer tratamientos más ajustados y eficaces.

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