10 pautas de psicólogos para bajar los niveles de cortisol, la hormona del estrés

Es muy común escuchar hablar últimamente sobre el cortisol. Pero, ¿a qué hace referencia exactamente? El cortisol es la conocida como la hormona del estrés. Se segrega desde las glándulas suprarrenales y su objetivo es el de darnos un 'chute' de atención y energía. Normalmente, los niveles de esta hormona se reducen por la noche para que podamos descansar, y suben por la mañana para que podamos hacer frente a nuestro día.

Sin duda, es esencial para un correcto funcionamiento en nuestro organismo. Sin embargo, puede llegar a causarnos muchos problemas en nuestra salud, tanto física como mental, si su segregación se desajusta y se vuelve excesiva prolongándose en el tiempo. Esto supondrá que los niveles de estrés se mantengan demasiado tiempo elevados, con las consecuencias que eso conlleva con respecto al deterioro de nuestra calidad de vida.

10 formas de reducir el cortisol y por tanto el estrés

Para poder reducir los niveles del cortisol, desde el de psicología 'Mentes Abiertas', nos dejan una serie de pautas para que podamos reducirla de forma natural en nuestra vida diaria, y son las siguientes:

Introducir métodos de organización en nuestro día a día

No se trata de convertirnos en obsesos del orden, pero sí en mejorar nuestra forma de organizarnos el en día, sobre todo si tenemos muchas tareas pendientes. Llevar una agenda, hacer uso de calendarios y listas, nos pueden ayudar a dividir las tareas, darles su tiempo a cada una y tener bajo la manga ciertas previsiones. Esto ayudará a evitar que salten las alarmas del cortisol a lo largo del día.

Mejorar nuestro sueño

Dormir bien es esencial para la salud. Cuando no descansamos adecuadamente, el cortisol se desestabiliza, provocando que el estrés aumente. Nuestro cerebro necesita descansar para procesar toda la información del día anterior. Algunos pequeños consejos pasan por introducir rutinas de higiene del sueño, evitar las pantallas por la noche y tomar cenas ligeras para tener una digestión más cómoda.

Introducir métodos de relajación

Muchos estudios y terapias avalan el uso de la meditación como una herramienta práctica para reequilibrar el cortisol. El Mindfulness es uno de los más populares, pero existen otras vías que pueden llevarnos a descansar la mente de la vorágine del día a día, que es básicamente lo que lo agota y agobia.

No olvidarnos del deporte

El deporte es un pilar fundamental para la salud general. Está más que demostrado que tiene importantes beneficios para mejorar nuestra salud mental, con la segregación de hormonas como la serotonina o la dopamina, pero también para la liberación del estrés a través del movimiento.

Construir una alimentación más sana

Comer sano resulta complicado en los tiempos en los que vivimos. La comida 'Bio' tiene precios prohibitivos, la publicidad nos lleva a las estanterías de la bollería ultraprocesada y el ritmo diario a veces nos roba tiempo de prepararnos nuestros alimentos adecuados. Sin embargo, comer bien es la base de la salud.

Algunas nuevas investigaciones señalan a la 'comida rápida' como uno de los disruptores hormonales más severos, lo que también afecta al cortisol. Comer más despacio, hacerlo en un momento de tranquilidad e introduciendo alimentos sanos, puede ayudarnos a reequilibrar nuestro sistema.

Una dieta rica en omega-3 y vitamina C

Los ácidos grasos omega-3 tienen una importante labor en la regulación natural de los niveles de cortisol. Por eso es importante consumirlo a través de productos como el pescado o los mariscos, o incluso suplementarlo. Por su parte, la vitamina C contribuye a la liberación de dopamina, y podemos encontrarla en alimentos como los kiwis, los cítricos o las frutas del bosque.

Presta atención a la fenilalanina

Seguramente sea la primera vez que oyes hablar de este aminoácido, pero es un importante impulsor de la dopamina, un neurotransmisor esencial para generar relajación en el cuerpo. Los huevos, las legumbres o el pescado son ricos en este aminoácido esencial.

No dejes de beber agua

Tener el cuerpo hidratado lo fortalece ante una serie de situaciones de las que muchas veces ni siquiera somos conscientes, pero que nuestro cuerpo conoce a la perfección. Beber dos litros de agua al día evitará disparar los niveles de cortisol y estrés que surgen cuando hay deshidratación física.

No excedernos con el azúcar

El azúcar, o glucosa, es necesaria para que nuestro cuerpo funcione. Sin embargo, su exceso en la alimentación diaria, puede provocar problemas a nivel físico y mental, como diabetes tipo b o incluso derivar en depresiones. Es importante controlar los niveles que consumismo de carbohidratos y otros productos ricos en azúcares.

Tener una vida social fluida y saludable

Como se suele decir, el ser humano no existe, coexiste. Esto hace referencia a que necesitamos las relaciones con otros seres humanos. El aislamiento prolongado puede llevarnos a la soledad y esto acabar derivando en otros trastornos emocionales.

Pero además, las relaciones sociales sanas, colaboran a la liberación de la conocida como 'hormona de la felicidad', la oxitocina. Esta hormona es clave para mantener a raya al cortisol y por tanto al estrés. Pasar tiempo con personas a las que apreciamos, compartir nuestros hobbies o dar paseos acompañados son la mejor medicina.