ODS 2. Hambre cero, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición

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06/04/2020 - 17:09
ODS 2. Hambre cero

Lectura fácil

  • Objetivo 2. Hambre cero
  • ¿En qué consiste?

El hambre y la desnutrición siguen siendo grandes obstáculos para el desarrollo de muchos países. Se estima que 821 millones de personas sufrían de desnutrición crónica al 2017, a menudo como consecuencia directa de la degradación ambiental, la sequía y la pérdida de biodiversidad.

Nuestros recursos están sufriendo un rápido proceso de degradación a causa de procesos de sobreexplotación, así como por el cambio climático. El Segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible busca acabar con el hambre en el mundo y, para ello, es necesario un cuidado de todos los recursos naturales.

El número de personas con desnutrición alcanzó los 821 millones en 2017

Más de 90 millones de niños menores de cinco años tienen un peso peligrosamente bajo. La desnutrición y la inseguridad alimentaria parece estar incrementándose tanto en casi todas las de regiones de África, como en América del Sur.

Debido al rápido crecimiento económico y al aumento de la productividad agrícola en las últimas dos décadas, el número de personas desnutridas disminuyó casi a la mitad. Muchos países en desarrollo que sufrían hambrunas están ahora en condiciones de satisfacer las necesidades nutricionales de los más vulnerables.

En 2017, Asia representó el 63% de las personas que padecen hambre

Regiones como Asia Central y Oriental y América Latina y el Caribe han avanzado enormemente en la erradicación del hambre. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las personas, en especial los niños, a una alimentación suficiente y nutritiva durante todo el año.

Esta tarea implica promover prácticas agrícolas sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores y el acceso igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados. Además, se requiere el fomento de la cooperación internacional para asegurar la inversión en la infraestructura y la tecnología necesaria para mejorar la productividad agrícola.

El 26% de los trabajadores están empleados en agricultura

De ahí que el ODS 2 abogue por poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. Porque el hambre extrema y la malnutrición siguen siendo un enorme obstáculo para el desarrollo sostenible y constituyen una trampa de la que no es fácil escapar.

El hambre y la malnutrición hacen que las personas sean menos productivas y más propensas a sufrir enfermedades, por lo que no suelen ser capaces de aumentar sus ingresos y mejorar sus medios de vida. Hay casi 800 millones de personas que padecen hambre en todo el mundo, la gran mayoría en los países en desarrollo.

¿Cuáles son los propósitos de la ONU en relación al ODS 2?

  • Poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año

  • Poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad
  • Duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas

  • Asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra

  • Mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente

  • Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos adelantados

  • Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el Desarrollo

  • Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos
ODS 2. Hambre cero

¿Qué podemos hacer nosotros desde casa?

La ONU recomienda 10 acciones diarias que todos podemos llevar a cabo para contribuir a la consecución del ODS 2 y luchar por la erradicación del hambre:

  1. Piensa y difunde ideas para luchar contra el hambre. Cuantas más personas se involucren, más soluciones se encontrarán.
  2. Proporciona alimentos a escuelas en países en desarrollo, porque además de ayudar a su alimentación, potenciarás la asistencia a la escuela de más alumnos, ayudando a la escolarización y al desarrollo.
  3. Pero también puedes mirar a tu alrededor, a tu barrio y a tu ciudad, donando alimentos no perecederos a organizaciones benéficas cercanas, no solo cuando haya campañas específicas para ellos, sino durante todo el año.
  4. Tu experiencia profesional y tus conocimientos pueden ser de gran ayuda para luchar contra el hambre. Muchos bancos de alimentos necesitan profesionales en diferentes sectores para dar a conocer las necesidades y para hacer llegar a más gente la situación global.
  5. Infórmate de manera más profunda sobre el hambre del mundo: el conocimiento ayuda para tomar decisiones y para transmitirlas a otros.
  6. Compra productos locales, apoyando con ello a agricultores y productores de alimentos cercanos, apoyando así a una producción alimentaria global más sostenible. Consume con sostenibilidad y compra tan solo los alimentos que necesites.

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