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Europa no solo atrae por su sol y mar, sino también por su rica historia y exquisita gastronomía que acompañan a sus playas más emblemáticas. Muchas de estas joyas costeras se encuentran a lo largo del Mediterráneo, donde acantilados imponentes y aguas cristalinas crean paisajes inolvidables.
En este contexto, el popular buscador de vuelos y hoteles jetcost ha seleccionado las 14 playas menos conocidas y originales de Europa, destacando que cinco de ellas están en España.
14 playas más originales del continente
Playa de As Catedrais, Lugo, Galicia (España)

Conocida oficialmente como Monumento Natural, la Playa de As Catedrais es uno de los lugares más emblemáticos de Galicia y también de toda España. Lo que la hace especial son sus impresionantes estructuras rocosas moldeadas por el mar y el viento a lo largo del tiempo, creando figuras únicas. Durante la marea baja, es posible caminar descalzo por la arena y explorar grutas naturales, además de pasar por espectaculares arcos de piedra que se encajan unos dentro de otros. En cambio, con la marea alta, la playa se puede contemplar desde lo alto de los acantilados, siempre manteniendo una distancia prudente para evitar riesgos. Aunque el acceso es gratuito, en los meses de verano (julio, agosto y septiembre) se requiere una reserva previa para evitar aglomeraciones. Cuando el nivel del mar desciende, no solo se puede admirar el paisaje esculpido por la naturaleza, sino también disfrutar de un baño o del sol. Es un lugar ideal para familias, ya que se forman charcas de agua cristalina entre las rocas, que se calientan con el sol y resultan perfectas para los más pequeños.
Playa de Elafonisi, Creta (Grecia)

Considerada por muchos como una de las playas más hermosas del planeta, Elafonisi está situada en el suroeste de la isla de Creta y es famosa por su arena blanca con tonalidades rosadas y sus aguas de color turquesa. Esta playa ha sido apodada “el Caribe del Mediterráneo” por su apariencia paradisíaca. Frente a ella se encuentra la pequeña isla de Elafonissi, que a veces se une al continente mediante una lengua de arena cuando la marea es baja; en otras ocasiones, queda separada y solo se puede llegar cruzando un tramo poco profundo del mar. En esta isla no hay servicios ni instalaciones, y su parte trasera destaca por pequeñas calas de ambiente sereno y natural.
Cala Mariolu, Cerdeña (Italia)

Ubicada en la costa este-central de Cerdeña, en el golfo de Orosei, Cala Mariolu es una joya natural casi intacta, de acceso algo complejo, pero de gran recompensa. Esta pequeña cala salvaje, situada en el territorio de Baunei, se reconoce por su mezcla de piedras blancas y rosadas –llamadas localmente is pùligi de nie o “pulgas de nieve”– que se funden con la arena. Su nombre proviene de la foca monje, conocida por robar pescado de las redes de pescadores ponzianos, ganándose así el mote de "ladrona" (mariolu). Los colores del mar oscilan entre el azul profundo y el verde esmeralda, mientras que el fondo marino alberga una rica biodiversidad. A veces se dejan ver delfines. Es posible llegar caminando por un sendero natural o en barco desde Cala Gonone, Arbatax o Santa Maria Navarrese.
Cala Macarella, Menorca, Islas Baleares (España)

A 14 km de Ciutadella se encuentra Cala Macarella, una de las playas más famosas de Menorca y parte del Àrea Natural d’Especial Interès. Rodeada de acantilados y vegetación, esta pequeña cala de aguas turquesas ofrece un entorno casi virgen. Está protegida por el Plan Territorial Insular y por la Red Natura, lo que garantiza su conservación. La playa presenta arena blanca, aguas tranquilas y una suave pendiente, típica del sur menorquín. Su costa escarpada sólo se ve interrumpida por entradas de mar que crean rincones perfectos para nadar o refugiarse.
Praia da Marinha, Algarve (Portugal)

A unos 60 km al oeste de Faro se encuentra Praia da Marinha, considerada una de las playas más impresionantes del Algarve y de Europa. Famosa por sus altos acantilados dorados y formaciones rocosas únicas, esta playa merece una visita a primera hora para evitar las multitudes. El entorno ofrece la posibilidad de hacer paseos en barco, degustar marisco fresco y explorar grutas escondidas. Además, es punto de inicio o final de la Ruta de los Siete Valles Colgantes, un sendero de 11,5 km que recorre la costa entre Marinha y Vale Centeanes con vistas espectaculares al Atlántico.
Playa Marina Grande, Positano, Campania (Italia)

Marina Grande es la playa más emblemática de Positano, en plena Costa Amalfitana. Ubicada al pie de la colorida ciudad y de la iglesia de la Assunta, se extiende por unos 300 metros de arena oscura y guijarros. Ofrece servicios exclusivos, clubes de playa y vistas inigualables a los islotes Li Galli, donde según la leyenda habitaban sirenas que intentaron seducir a Ulises. Aunque parte de la playa es de acceso privado, también alberga el puerto principal de Positano, ideal para recorrer la costa en barco y apreciar su belleza desde el mar.
Fomm ir-Rih, Mgarr (Malta)

Esta cala maltesa es una de las más aisladas y salvajes del archipiélago. El descenso hacia la playa, aunque corto, es empinado y puede ser resbaladizo. Sin embargo, al llegar, se abre un paisaje de aguas transparentes y acantilados escarpados que ofrecen una experiencia de desconexión total. Su nombre, que significa "boca del viento", hace referencia al entorno natural y abierto. Es perfecta para quienes buscan tranquilidad, naturaleza pura y puestas de sol espectaculares sobre el mar.
Playa Calahonda, Málaga, Andalucía (España)

Enclavada en el corazón de Nerja y junto al famoso mirador del Balcón de Europa, la playa de Calahonda es un rincón pintoresco que destaca por sus antiguas construcciones junto a la roca, de paredes blancas y puertas azules. Con forma de U y apenas 120 metros de largo, ofrece arena oscura, aguas limpias y oleaje moderado. Es ideal para practicar snorkel o buceo, con rica vida marina y formaciones submarinas. Además, cuenta con restaurantes y un pintoresco paseo marítimo de piedra.
Playa Ölüdeniz, Costa Turquesa (Turquía)

Situada entre los golfos de Antalya y Fethiye, la Costa Turquesa turca alberga la playa Ölüdeniz, un destino de aguas cristalinas y ambiente relajado. Su famosa Laguna Azul ofrece un entorno perfecto para actividades acuáticas como el snorkel. Además, es punto de partida de la famosa Vía Licia, una extensa ruta de senderismo que recorre sitios históricos y paisajes mediterráneos espectaculares. Aquí, el mar tranquilo y la cocina local, como las tradicionales pide, enriquecen la experiencia.
Praia dos Três Irmãos, Algarve (Portugal)

También conocida como Alvor Nascente, esta playa del Algarve se distingue por sus tres grandes formaciones rocosas en el extremo este. A un lado, acantilados impresionantes; al otro, dunas extensas. Aunque en verano es bastante frecuentada, sigue siendo más tranquila que otras cercanas. Las aguas suelen estar calmadas, lo que la hace segura para niños. Hay varios restaurantes en la misma playa donde degustar pescados a la parrilla y mariscos, ideales para cerrar el día viendo la puesta de sol.
Cala del Moraig, Alicante, Comunidad Valenciana (España)

Escondida entre acantilados, entre Moraira y Jávea, se halla Cala del Moraig, una cala de grava y aguas traslúcidas, ideal para el buceo. Su mayor atracción es la Cova dels Arcs, una cueva marina que es la salida natural de un río subterráneo. El acceso es sencillo, pero en zonas rocosas se debe tener precaución. También es una zona frecuentada por nudistas en su parte norte. La belleza del entorno y la riqueza natural del fondo marino la convierten en una joya del Mediterráneo.
Zlatni Rat, Isla de Brač (Croacia)

En la isla croata de Brač, la playa de Zlatni Rat –también llamada el Cuerno Dorado– es una formación de arena única que cambia de forma con el viento y las corrientes. De casi un kilómetro de largo, está rodeada de aguas turquesas y un bosque de pinos. Es un símbolo del turismo en Croacia y un destino habitual de surfistas y kitesurfistas. Aunque es muy popular, la isla ofrece otras calas más tranquilas para quienes buscan mayor intimidad. Zlatni Rat es una reserva natural protegida.
Playa de Papagayo, Lanzarote, Islas Canarias (España)

Enclavada en el Parque Natural de los Ajaches, al sur de Lanzarote, Papagayo es una pequeña cala de arena blanca y aguas color esmeralda, protegida del viento. Su forma de concha y su entorno casi virgen la convierten en una de las más espectaculares de España. Ideal para practicar snorkel, permite descubrir un fondo marino rico y tranquilo. El acceso es a través de un sendero, lo que mantiene su ambiente aislado y preservado. Perfecta para quienes buscan una playa de postal.
Bahía delle Zagare, Gargano, Puglia (Italia)

En la península del Gargano se encuentra esta bahía reconocida por sus formaciones calcáreas únicas, entre ellas el Arco Mágico y Le Forbici. El lugar combina acantilados blancos, vegetación densa y un mar de color esmeralda. La playa, dividida en dos por una imponente pared rocosa, es famosa por sus arenas doradas mezcladas con guijarros blancos. El nombre “Zagare” hace referencia a las flores de los cítricos que perfuman el aire, mientras que “Mergoli” alude a los mirlos que anidan cada año en la zona. Es una de las playas más bellas del mundo.
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