Los compromisos preventivos frenan la Mutilación Genital Femenina

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06/02/2023 - 08:21
Compromisos contra la mutilación genital femenina

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La pediatra Inmaculada Sau, referente en formación sobre Mutilación Genital Femenina (MGF) del Institut Català de la Salut, y la presidenta de la asociación Dunia Musso y técnico de intervención de Médicos del Mundo Navarra, Fatima Djara, coincidieron en la importancia de que las familias de niñas en cuyos países de origen se practica la MGF firmen los llamados “compromisos preventivos”.

Para estas profesionales, es importante romper el silencio sobre las consecuencias que tiene esta práctica. Además, Inmaculada Sau, pediatra con más de 30 años de experiencia y experta en atención a niños migrantes en Cataluña, contó a Servimedia que desde 2005 tienen un protocolo integral contra la MGF (con los años, todas las comunidades disponen de uno).

Entre las distintas medidas que estos contienen, destacan los conocidos como ‘compromisos preventivos’, un acuerdo voluntario entre los padres de las niñas y sus médicos por el que los primeros se comprometen a no realizar dichas prácticas.

Las historias clínicas de estas pacientes añaden el riesgo de la Mutilación genital femenina

“Estos compromisos preventivos resultan muy útiles para aquellos padres y madres que han decidido no mutilar a sus hijas cuando viajan a sus países de origen por vacaciones. Allí, la presión de la comunidad es muy fuerte, y disponer de un documento para enseñarle a los ancianos y al resto de la familia, donde se explican los efectos de esta práctica y también las consecuencias legales en España, ayuda a los padres a defender su posición”, expone Inmaculada Sau.

“El problema con la mutilación genital femenina es que se ha practicado siempre, pero nunca se ha hablado de ella abiertamente. La gente cree que es buena porque nadie ha contado los daños físicos y psíquicos que trae consigo”, explicaba Sau.

Por eso, antes de que las familias firmen ningún compromiso, hay todo un proceso de acercamiento y de trabajo con la comunidad.

Se proponen actividades culturales y de participación y, poco a poco y según el interés que cada persona demuestre, se inicia la formación en salud sexual y reproductiva.

En los talleres, las mediadoras abordan distintos tipos de violencia (racismo, matrimonios forzosos, mutilación genital…) y explican sus consecuencias en la vida de las mujeres (enfermedades, relaciones sexuales dolorosas, partos de mayor riesgo, ausencia de placer y peligro de muerte e infertilidad por las infecciones). También se ocupan de desmontar falsos mitos en la mutilación genital femenina.

“Se trata de establecer un diálogo respetuoso, para que la gente no sienta que se está atacando su cultura. Como mujer africana, soy consciente de la importancia de la tradición y del peso de la comunidad, algo que yo también valoro. Aquí buscamos que se entiendan las consecuencias perjudiciales de algunas costumbres, que no recoge ninguna religión, que se han mantenido por el silencio y el tabú”, explica Fátima Djara.

Para Djara es importante trabajar y hablar en los países de origen para conseguir el cambio

Por ello, en 2018 fundó la asociación Dunia Musso en Guinea Bissau, con el objetivo de formar a los jóvenes en prevención de la mutilación genital femenina.

A su juicio, “el trabajo con las ‘comadronas’ y los líderes religiosos y comunitarios es lento y complicado, pero con los jóvenes, aquellos que aún no han tenido hijos, resulta muy efectivo”.

Otros proyectos de la ONG pasan por construir un centro educativo para niñas pequeñas, con el fin de incidir antes de que se produzca la mutilación, y conseguir la implicación de los sanitarios locales.

“Cada día, ellos ven a mujeres mutiladas y saben lo que ocurre, pero no tratan nunca el tema”, lamenta Djara. “Resultaría muy útil que lo hicieran porque gozan de cierta autoridad", añade.

Igual que cuando se detecta mutilación genital femenina en consulta, destaca Sau, segura de que “algo está cambiando. Antes, las niñas de cierta edad que venían de países donde se practicaba la MGF (unos 30 en el mundo), siempre estaban mutiladas”, afirma.

“Hace como tres años que veo que algunas ya no lo están. Creo que algo empieza a moverse en sus países y es un gran motivo de esperanza”, asegura.

Con la pandemia se retrocedió en frenar la Mutilación Genital Femenina, y se necesitarán generaciones erradicar la práctica, pero por ello Djara optimista, pide fondos para sus proyectos de prevención, ya que los jóvenes son la solución.

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