25/12/2025 - 09:00
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El calor extremo amenaza a millones de personas en todo el mundo, y la demanda de productos de refrigeración podría triplicarse para 2050. Adoptar soluciones energéticamente eficientes no solo ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también protegería a la población más vulnerable y generaría ahorros millonarios en electricidad e infraestructura.
El desafío creciente de los productos de refrigeración refrigeración para 2050
El aumento constante de las temperaturas globales está generando un desafío sin precedentes: la demanda de productos de refrigeración, como aires acondicionados y sistemas de enfriamiento domésticos, podría triplicarse para 2050. Este incremento no solo plantea un riesgo para la infraestructura eléctrica, que podría verse sobrecargada, sino que también podría intensificar el cambio climático al aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Frente a este panorama, los expertos señalan que implementar medidas de eficiencia energética en los productos de refrigeración puede marcar una gran diferencia. Según estudios recientes, reducir el consumo energético de estos equipos podría disminuir hasta un 64 % las emisiones proyectadas para mediados de este siglo.
Además, esta estrategia protegería a alrededor de 3.000 millones de personas de los impactos del calor extremo y permitiría un ahorro de hasta 43 billones de dólares en costes de electricidad e infraestructura.
Medidas sostenibles para un futuro más fresco
El informe, elaborado por la Cool Coalition bajo la coordinación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), propone un enfoque integral que combine tecnologías de refrigeración pasiva, sistemas híbridos y productos de refrigeración de bajo consumo energético. La idea es lograr un acceso más amplio a soluciones de enfriamiento sin comprometer el clima ni el presupuesto energético mundial.
El crecimiento de la demanda de estos productos se ve impulsado por factores como el aumento de la población, la mayor riqueza de ciertos sectores y la creciente frecuencia de olas de calor extremas.
También influye el acceso de los hogares de bajos ingresos a sistemas antiguos y menos eficientes, que, aunque necesarios, contribuyen más al calentamiento global.
Vías para una refrigeración sostenible
La propuesta de la ‘Vía de Refrigeración Sostenible’ incluye combinar técnicas pasivas, sistemas híbridos y equipos de alta eficiencia, además de eliminar gradualmente los refrigerantes que dañan la capa de ozono y aceleran el cambio climático. Si se aplica de manera global, esta estrategia podría reducir las emisiones de estos productos hasta un 64 % en comparación con los niveles proyectados para 2050. La reducción podría alcanzar un 97 %, acercándose a niveles prácticamente neutrales.
El Pnuma subraya que la refrigeración debe considerarse una infraestructura esencial, al mismo nivel que el agua, la energía o el saneamiento. “No podemos depender solo del aire acondicionado, porque eso aumentaría las emisiones y los costes”, señaló Inger Andersen, directora ejecutiva del organismo. Las soluciones basadas en la eficiencia energética y la naturaleza son claves para garantizar la protección de las personas y las economías frente al calor extremo.
Compromiso internacional y desafíos pendientes
Hasta la fecha, 72 países han firmado el Compromiso Mundial de Refrigeración, con el objetivo de reducir en un 68 % las emisiones del sector para 2050. Sin embargo, persisten brechas importantes: muchos países de África y Asia-Pacífico aún no han implementado políticas integrales sobre productos de refrigeración pasiva, eficiencia energética mínima y transición a refrigerantes sostenibles.
Estas regiones serán cruciales, ya que se espera que concentren gran parte del aumento mundial de la demanda de refrigeración.
En conclusión, los productos de refrigeración son esenciales para la vida moderna, pero su expansión descontrolada puede agravar la crisis climática. La idea de adoptar soluciones sostenibles no solo ahorra dinero y reduce emisiones, sino que también protege a millones de personas frente al calor extremo.
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