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Durante el primer trimestre de 2025, más de 300 refugiados y solicitantes de asilo han conseguido formalizar un contrato de trabajo en España, según datos de distintas entidades sociales y organismos de acogida. Esta cifra marca un avance significativo en la integración de personas migrantes en situación de especial vulnerabilidad, y refleja el esfuerzo conjunto entre administraciones, ONG y empresas privadas por ofrecer oportunidades reales de inclusión.
Aunque el acceso al empleo continúa siendo un reto para refugiados y solicitantes de asilo, los programas de inserción laboral están empezando a dar resultados tangibles. La formación adaptada, la orientación personalizada y las alianzas con sectores que demandan mano de obra están siendo claves para facilitar su entrada en el mercado laboral.
Avanza la integración laboral de refugiados en España
En la iniciativa colaboran las multinacionales IKEA, Amazon e Ineco, con programas en desarrollo desde 2023, y operadores como la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Huelva, con un proyecto iniciado a finales de 2024. Todos ellos persiguen la inserción laboral de refugiados y solicitantes de protección internacional a través de distintas acciones.
El proyecto de inserción laboral en la campaña agrícola de frutos rojos y cítricos en Huelva se realiza en colaboración con la Asociación de Jóvenes Agricultores de esta provincia. El programa, iniciado a finales del pasado año y dirigido a solicitantes y beneficiarios de protección internacional --en especial de Mali--, ha logrado que estas personas trabajen con un contrato fijo discontinuo y residan en viviendas costeadas por la empresa.
Cruz Roja, CEAR, Andalucía Acoge y APIP-ACAM se encargaron de la identificación y difusión de la oferta en Granada, Sevilla, Málaga, Córdoba, Zaragoza, Girona y Valencia. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y migraciones y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) llevó a cabo diferentes sesiones informativas en las que participaron más de 1.200 personas beneficiarias y personal de las entidades de referencia.
Sectores y perfiles con más contratación
Los sectores con mayor demanda para refugiados han sido la hostelería, la agricultura, el cuidado de personas mayores y dependientes, y la construcción. Estas áreas, que suelen enfrentar una escasez de personal, están abriendo sus puertas a personas con voluntad de integrarse y aportar.
Muchos de estos nuevos trabajadores proceden de países en conflicto como Siria, Venezuela, Afganistán o Ucrania, y encuentran en el empleo no solo una vía para cubrir sus necesidades básicas, sino también una herramienta fundamental para recuperar su autonomía y dignidad. La estabilidad económica que ofrece un contrato es el primer paso para acceder a una vivienda, mejorar el idioma o facilitar la escolarización de los hijos.
Desafíos y oportunidades para una integración plena de refugiados
A pesar de los avances, aún existen barreras significativas que dificultan una integración plena: los trámites burocráticos, el desconocimiento del idioma, la falta de homologación de títulos o la discriminación en algunos procesos de selección.
Por eso, tanto las entidades públicas como las ONG insisten en la importancia de continuar invirtiendo en programas de apoyo al empleo para refugiados.
La inclusión laboral es una de las herramientas más eficaces contra la exclusión social y un factor clave para fomentar la convivencia y la cohesión social.
Con estos más de 300 contratos, se lanza un mensaje esperanzador: cuando se crean las condiciones adecuadas, la integración es posible, y todos ganamos como sociedad.
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