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Cuando pensamos en salud nos centramos en el bienestar físico, como el corazón o los músculos. Sin embargo, el cerebro también necesita cuidado y atención. Según una encuesta de Eurostat de 2022, el 19,6 % de la población en España tiene problemas de memoria o concentración. Esto resalta la necesidad de enfocarnos más en nuestra salud cerebral y adoptar hábitos que ayuden a mantenerla en buen estado.
Cuidar nuestra salud cerebral: hábitos sencillos para un cerebro saludable
Cuando hablamos de salud, normalmente pensamos en el bienestar físico, en nuestro corazón, estómago o músculos. Sin embargo, a menudo olvidamos cuidar nuestro cerebro, un órgano que también requiere atención constante.
De hecho, según una encuesta de Eurostat en 2022, el 19,6 % de la población en España tiene dificultades moderadas o graves para recordar o concentrarse. Esto subraya la importancia de prestar más atención a nuestra salud cerebral y de incluir hábitos que la protejan.
La importancia de la prevención
Prevenir problemas cerebrales es una de las mejores maneras de garantizar nuestra salud mental a largo plazo. Aunque algunas condiciones no se pueden evitar, cambiar nuestros hábitos diarios puede hacer una gran diferencia. Consultar con un especialista antes de realizar cambios importantes es siempre recomendable, ya que algunas alteraciones en nuestras rutinas pueden requerir un tratamiento médico.
Sin embargo, existen prácticas sencillas que podemos adoptar para cuidar nuestro cerebro, como reducir el consumo de ciertas bebidas que pueden afectarlo negativamente.
Bebidas que dañan el cerebro
Lo que bebemos también tiene un impacto directo en la salud cerebral. El cerebro consume una gran cantidad de energía y depende de los nutrientes para funcionar correctamente.
Según el neurólogo Joel Salinas, algunas bebidas son beneficiosas, mientras que otras, debido a sus componentes, pueden contribuir a la inflamación o el estrés oxidativo, afectando el rendimiento cerebral.
- Refrescos light
A pesar de tener menos azúcar que los refrescos tradicionales, los refrescos light no son recomendables para el cerebro. Investigaciones publicadas en la revista Stroke han demostrado que el consumo regular de estos refrescos con edulcorantes artificiales puede aumentar el riesgo de demencia o derrames cerebrales. Esto se debe a la relación entre los edulcorantes y la intolerancia a la glucosa, que incrementa el riesgo de diabetes, un factor de riesgo para la demencia.
- Zumos de frutas
Los zumos de frutas, aunque parecen saludables, contienen una gran cantidad de azúcares añadidos que pueden dañar el cerebro. Un estudio de la Universidad de Boston reveló que estos zumos favorecen el envejecimiento cerebral prematuro y el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Para proteger el cerebro, es preferible consumir frutas enteras, ya que aportan azúcares naturales y fibra, lo que también beneficia el estado intestinal.
- Vino y alcohol
Aunque se ha hablado mucho de los beneficios del vino tinto, los expertos advierten que el consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, puede afectar el cerebro. El Dr. Salinas señala que incluso una o dos bebidas al día pueden reducir el volumen cerebral, particularmente en las áreas relacionadas con la cognición. Además, el alcohol altera la regulación de neurotransmisores, lo que puede causar problemas de memoria, sueño y estado de ánimo.
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