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Las bajas laborales por salud mental se han duplicado en los últimos cinco años, convirtiéndose en una de las principales causas de ausencias prolongadas en el trabajo y generando un impacto significativo tanto en la salud de los trabajadores como en la economía del país.
Incremento significativo de bajas por salud mental en los últimos años
En los últimos cinco años, las bajas laborales causadas por problemas de salud mental han experimentado un crecimiento alarmante. Entre 2018 y 2023, el número de días de trabajo perdidos por esta causa se duplicó, situándose como una de las razones de baja médica que más ha aumentado en España. Este fenómeno ha despertado la atención tanto de expertos como de autoridades, que buscan comprender sus causas y consecuencias.
Un estudio realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) junto con la mutua Umivale destaca que el total de jornadas laborales perdidas por bajas médicas creció un 52,3 % en ese periodo. Sin embargo, los días no trabajados por problemas de salud mental crecieron un 111,4 %, es decir, más del doble. Esto representa una pérdida anual de 369 millones de jornadas laborales, equivalente al 5,6 % del total de jornadas trabajadas en el país.
Un impacto en la economía
Desde el punto de vista económico, estas ausencias tienen un coste enorme. Según el estudio, la cifra total podría alcanzar los 81.000 millones de euros, lo que supone alrededor del 5,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Esta estimación es considerablemente más alta que otras realizadas por organismos oficiales, como el Banco de España, que calcula un coste aproximado de 20.000 millones para la Seguridad Social y las empresas.
El informe señala que junto con las enfermedades musculoesqueléticas —como lumbalgias y cervialgias—, los trastornos de salud mental son responsables de la mitad de los días perdidos por bajas médicas. Estos problemas se agrupan en la categoría de "patologías difíciles de objetivar", ya que su diagnóstico y seguimiento en atención primaria presenta complicaciones adicionales. De hecho, dos tercios del incremento en días perdidos se deben a estas dos patologías.
Alta tasa de recurrencia y largas duraciones
Una característica destacable de las bajas por salud mental es que muchos trabajadores experimentan más de un episodio en el mismo año. El 64,5 % de las personas que han estado de baja por este motivo repite al menos una vez en doce meses, una tasa de recurrencia que supera a cualquier otra causa de baja laboral.
Además, estas incapacidades temporales suelen ser de larga duración. Aunque solo representan el 7,4 % del total de bajas, el promedio de días que un trabajador permanece incapacitado por problemas mentales es de casi 96 días. Solo superan esta duración las bajas por cáncer y enfermedades cardiovasculares. Desde 2018, el tiempo medio de estas bajas ha aumentado en 10 días, un incremento único en comparación con otras patologías.
Diferencias según género y sectores laborales
El estudio también revela que las bajas por salud mental afectan más a mujeres que a hombres. Las mujeres pierden el 21 % de sus días laborales de baja por esta causa, frente al 15 % de los hombres. En cuanto a los sectores con mayor incidencia, destacan el financiero y el de la información y comunicaciones, donde cerca del 29 % de los días perdidos por bajas médicas corresponden a patologías mentales.
Los autores del informe hacen un llamado a investigar más a fondo estas bajas “difíciles de objetivar”. Entre las posibles causas del aumento están las condiciones laborales mejorables, una prevención insuficiente de riesgos, la escasez de recursos sanitarios y desequilibrios en los roles de género. También sugieren que en algunos casos podría existir una falta de legitimidad percibida, aunque las bajas estén respaldadas por profesionales médicos.
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